Unidad de Investigación
La madrugada del sábado 16 de julio, un equipo de policías al mando del general PNP Óscar Arriola, jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), junto a dos fiscales del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder, allanaron la casa del empresario chotano y amigo del presidente Pedro Castillo, Alejandro Sánchez Sánchez, ubicada en la margen izquierda del kilómetro 102 de la Panamericana Sur, en el distrito de Asia. La información de inteligencia que manejaba el grupo policial era que en ese lugar se escondía Fray Vásquez Castillo, sobrino del jefe del Estado.
La policía tenía el testimonio de un informante que aseguraba que había visto entrar y salir de esa vivienda al sobrino prófugo del presidente, así como movimiento de las camionetas de la empresa Aldalab Perú S.A.C., de propiedad de Sánchez, que fueron fotografiadas por la policía ingresando y saliendo del domicilio.
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Fray Vásquez era una de las personas que frecuentaban la casa ubicada en el pasaje Sarratea, en Breña, también de propiedad de Alejandro Sánchez. Así quedó demostrado en los videos registrados por el programa “Cuarto poder”.
En esa vivienda, Vásquez recibió a la ahora colaboradora eficaz Karelim López el pasado 19 de noviembre. Ante el Congreso, Vásquez ha evitado explicar las razones que justificaban sus visitas al inmueble de Sánchez, donde el presidente se reunía con ministros, otros funcionarios y empresarios. A la casa de Sarratea llegaba en diferentes vehículos, algunos de propiedad de Zamir Villaverde.
Sin embargo, lo que sí se conocía es que el empresario chotano y Vásquez mantenían un vínculo amical desde la campaña del 2021.
Durante el allanamiento con descerraje autorizado por un juez de la casa de Asia no encontraron a Fray Vásquez, pero sí evidencias de que una persona había abandonado el lugar horas antes. Según los investigadores, esta habría sido alertada por agentes infiltrados cercanos al gobierno. Los policías a cargo de este operativo entrevistaron al ciudadano turco y a su esposa de nacionalidad peruana que viven en la casa y que se encargan de su cuidado. Ambos confesaron a la policía que, a veces, les pedían que abandonasen la vivienda de Asia durante algunos días, sin mayor explicación.
Horas después de la frustrada operación, el empresario Sánchez llamó por teléfono al general PNP Arriola para pedirle explicaciones y conocer más detalles sobre los hallazgos en el allanamiento.
En la conversación, Sánchez dijo: “Yo voy a conversar con Fray, sobre todo porque él está libre”. Inmediatamente después, intentó aclarar que no sabía nada de él, pero reconoció que tenía una relación cercana con Vásquez.
“Evaluando el tema hasta donde han ido ahorita, por la parte de los chicos, no se ve ningún delito, general”, señaló Sánchez tras escuchar las recomendaciones del jefe de la Dircote respecto a que el prófugo se entregase.
Arriola respondió :”[Con] mayor razón, pues. Entonces, los chicos no tienen nada. Han acompañado de payasos porque les ha gustado la idea, porque vino y le pusieron un carro, le prestaron un carro de lujo. Mayor razón para eso, no le parece...”.
Antes de terminar su respuesta, Sánchez, hombre cercano al jefe del Estado, intervino: “De Fray no sabemos nada, pero en cuanto tenga la oportunidad voy a hablar con él”. Sobre la relación con Bruno Pacheco y el exministro Juan Silva, dijo “no tener absolutamente ninguna comunicación”.
A lo largo de la conversación, el jefe de Dircote le reiteró la importancia de colaborar con la justicia, aun si se han cometido delitos. El dueño de la casa de Sarratea insistió: “Siempre ha habido colaboración con nuestras autoridades, yo me he puesto a derecho desde el primer día”.
En otro momento del diálogo, descartó que hubiese tenido una relación cercana con el exministro Silva. “Sinceramente, yo no sé nada de los señores de los cuales usted me habla. Yo sí tengo una amistad sobre todo con Fray, que lo he conocido y me ha parecido siempre una buena persona, con el tema humano. […] Con el señor [ Juan] Silva nunca tuve una amistad, pero qué bueno que hayan ido para que ustedes de alguna forma vayan descartando posibilidades. Yo ya no tengo comunicación con el señor Fray”, insistió Sánchez.
También intentó justificar la relación con Zamir Villaverde, señalando que este se habría aprovechado de la “inocencia” de sus compañeros. “Yo creo, pues, que a raíz de la inocencia que han tenido, el desconocimiento de la gente de nuestro grupo, [Zamir] se ha aprovechado y los ha hecho caer en esto”, expresó.
Sánchez agregó que le sorprende que al investigado Villaverde lo estén tratando de una manera favorable, sabiendo que él ha grabado desde un inicio. “Esos son actos delincuenciales”, remarcó.
Este Diario se comunicó con Alejandro Sánchez, quien dijo que no respondería a El Comercio, sino que lo haría hoy en vivo en un programa dominical.
—Obstrucción—
Para el exprocurador anticorrupción Antonio Maldonado, el empresario Alejandro Sánchez, amigo del presidente Castillo, estaría incurriendo en presunta obstrucción a la justicia, en particular, el delito de encubrimiento personal.
A su juicio, “estos hechos deberían ser incorporados en la investigación que conduce la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, porque están vinculados a las pesquisas que se siguen al jefe del Estado”. “Detrás de la maquinaria de poder está el presidente de la República quien puede haberles dicho a sus allegados: ‘Ustedes me van a ocultar a estas personas un buen tiempo hasta que yo me consolide en el poder’”, agregó.
Ambos delitos están previstos y sancionados en el Código Penal con una pena privativa de la libertad no menor de tres años ni mayor de seis años.
Las llamadas de Fray Vásquez
Entre mayo y setiembre del año pasado, Fray Vásquez, el sobrino del jefe de Estado, llamó en 73 oportunidades al empresario chotano Alejandro Sánchez.
De acuerdo con el registro al que tuvo acceso este Diario, las primeras comunicaciones se dieron días después del debate entre los entonces candidatos presidenciales Pedro Castillo y Keiko Fujimori, realizado en Chota, Cajamarca.
Vásquez llamó a Sánchez el domingo 9 de mayo. Es la primera comunicación registrada y duró 27 segundos. En los meses siguientes, el sobrino del mandatario continuó llamando al empresario en diferentes horarios. En algunos casos, alrededor de las 6:00 a.m. y en otros, pasada la medianoche.
Ante la comisión de Fiscalización del Congreso, Sánchez dijo que conocía a Vásquez desde la segunda vuelta de la campaña electoral. El familiar del presidente, en tanto, reconoció que recibía a quienes llegaban a la casa ubicada en el pasaje Sarratea.