Carolina Ribera Añez, hija de la encarcelada expresidenta de Bolivia Jeanine Añez, visita el Perú para participar en la primera jornada del Foro Madrid, un evento que reúne este miércoles y jueves en Lima a políticos peruanos e iberoamericanos opositores a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
En diálogo con El Comercio, Ribera habló sobre la situación legal de su madre, cuestionó la actuación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su casa, y contó que se reunió con el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, para plantearle un pronunciamiento a favor de la liberación de la expresidenta.
—¿Cuál es la situación legal de la expresidenta Jeanine Añez? Ayer una comisión de la CIDH visitó el penal donde está recluida...
Mi madre es una presa política. Fue presidenta constitucional de Bolivia, hoy [es] presa política del régimen del MAS (Movimiento al Socalismo, el partido oficialista en Bolivia). Ha vivido un linchamiento judicial por dos años y dos semanas, más de 750 días que vive este calvario y toda esta persecución política, fiscal y judicial. Lo que están haciendo con ella es procesarla por la vía ordinaria. A ella, como exmandataria, le corresponde juicio de responsabilidades y defenderse en libertad. No hay un juicio justo, no hay independencia de las instituciones, no se respeta el debido proceso. En Bolivia no existe justicia, está totalmente sometida por el gobierno, con jueces y fiscales que se prestan a hacer estas ilegalidades porque les deben su cargo al poder político. No existe el Estado de derecho.
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Mi madre ya tiene una sentencia de 10 años. Fue secuestrada y llevada a La Paz para silenciarla por completo, por un supuesto terrorismo que nunca existió. Lo que hubo en Bolivia fue un fraude electoral en el 2019. Evo Morales convulsionó el país y produjo una crisis institucional que después ocasionó enfrentamientos, estuvimos al borde de una guerra civil. Renunció, abandonó el cargo y huyó del país. Igual toda la línea sucesoria que correspondía, que eran de su partido, hasta que llegó a mi madre, Jeanine Añez, como segunda vicepresidenta del Senado. Asumió de manera constitucional la presidencia. Lo que han hecho es criminalizar la sucesión constitucional, que es lo mismo que sucedió en diciembre el Perú: Pedro Castillo quiso generar un golpe de Estado, la presidenta asumió por sucesión constitucional. Lo que pasó en Bolivia deja un precedente dañino, porque la sucesión constitucional es la puerta a la democracia en toda América Latina.
"Mi madre es una presa política. Fue presidenta constitucional de Bolivia, hoy [es] presa política del régimen del MAS"
—¿Espera que instancias supranacionales puedan atender su caso?
Hay circunstancias que me indignan muchísimo ante los organismos internacionales, como la CIDH. Cuando Pedro Castillo, un golpista, ocasionó todo esto, ellos en 48 horas estuvieron en Perú visitándolo en la cárcel y tuvieron una reunión con su familia. A mi madre, después de dos años y dos semanas, debido a mi insistencia ante la comunidad internacional, ayer [martes] recién la visitaron en la cárcel para ver la situación en la que estaba y para que ella recién pueda ver a un organismo que supuestamente vela por todos los derechos humanos. Aquí vemos una total discriminación: ¿por qué con Pedro Castillo lo hicieron tan rápido y por qué con Jeanine Añez tardaron más de dos años?
"Cuando Pedro Castillo, un golpista, ocasionó todo esto, la CIDH en 48 horas estuvo en Perú visitándolo en la cárcel"
—¿Cuál es el camino con el que busca que su madre pueda ser liberada?
Vamos a seguir haciendo presión internacional. Ya hay varios informes, incluso del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes), que son los mismos comisionados de la CIDH, diciendo que en Bolivia no existe una justicia imparcial, que hay presos políticos, que no hay una justicia que vele por el bienestar del país, sino una justicia tomada por el poder político. También el Comité contra la Tortura, que dice que los delitos de terrorismo por el cual a mi madre secuestraron y metieron presa, son delitos ambiguos e infundados que los utilizan como persecución política. También Naciones Unidas, la Unión Europea manifiesta que hay preocupación por la justicia boliviana. Diego García Sayán, relator por la independencia de jueces y fiscales, también dijo en su visita a Bolivia que es preocupante la justicia boliviana que está tomada por el poder político. El Departamento de Estados de EE.UU. también manifiesta su preocupación por la justicia boliviana y pone de ejemplo el caso de Jeanine Añez.
—Con su visita al Perú, ¿espera que el Estado o el Gobierno peruano pueda hacer algo por el caso de su madre?
Hay muchas similitudes entre lo que ha pasado en Bolivia y en Perú. El Congreso peruano actuó a tiempo y ahora la presidenta Dina Boluarte pasó lo que vivió mi madre en su momento. Pero aún el Perú no está libre, están un proceso y no tienen que dejarse. Porque vuelven como volvieron a Bolivia: con odio, sed de venganza y ganas de meter presos a todo el que piensa diferente o todo al que hace lo que no quieren. Quiero hacer un llamado de conciencia a los peruanos y al actual gobierno...
—¿Se reunió con el presidente del Consejo de Ministros?
Sí. Y tuve una respuesta que me indignó por completo. Al ver tantas similitudes, que han pasado y han sufrido por lo mismo, no puede ser que me diga que quieren guardar las relaciones diplomáticas con un gobierno de dictadores, de tiranos, que también lo ha sufrido el Perú.
—¿Qué le planteaste en específico?
Le pedí que haga una resolución oficial como gobierno y pidan la libertad de Jeanine Añez y todos los presos políticos de Bolivia. Lamentablemente, tuve una respuesta que me indignó muchísimo. No puede ser que quieran guardar las relaciones diplomáticas con gobierno que son tiranos, dictaduras. Así como me dan asco los gobiernos que son narcodictaduras, también me dan asco los gobiernos que dicen ser democráticos y que resultan que son cómplices. Aquí hay un doble discurso.
—¿Cuál fue su respuesta concreta?
Que no lo van a hacer, no van a dar ese pronunciamiento porque tienen que trabajarlo debido a las relaciones diplomáticas. También pedí al Congreso peruano, donde tuve una respuesta inmediata de que lo van a hacer, emitir una resolución pidiendo la libertad de Jeanine Añez y todos los presos políticos de mi país.
—¿Cree que el gobierno peruano debería romper relaciones diplomáticas con el de Bolivia?
No digo que tengan que romper relaciones diplomáticas, sino que aquí tenemos que velar por los derechos humanos. Yo soy respetuosa de la soberanía de cada país, no voy a hacer lo que hizo Evo Morales, pero aquí hay que defender los derechos humanos de toda nuestra región. Lo hemos sufrido, tanto Bolivia como Perú, y estamos perdiendo la calidad y los espacios democráticos siguiendo la ruta del socialismo del siglo XXI, que viven Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y que están intentando todavía en el Perú.
—¿Cuál es la vigencia política de Evo Morales en Bolivia y dentro del propio MAS?
Evo Morales ha bajado mucho. Hay un enfrentamiento total en el MAS, ellos siguen peleándose el poder. La preocupación que tengo como boliviana es ante esta situación tan complicada, violenta, no les importan los derechos humanos, la vida. Mi madre, en su gobierno, le dio un salvoconducto al actual presidente Arce para que pueda salir del país a hacerse su tratamiento de cáncer. A Jeanine Añez no le permiten ir a un hospital en La Paz. Aquí vemos la diferencia abismal de un gobierno que respeta la democracia y los Derechos Humanos con un gobierno dictatorial y totalitario.
Hay una preocupación muy fuerte en que [Luis] Arce se convierta en oficialismo y Evo Morales en su oposición, y todos los demás seamos perseguidos y encarcelados.
"Mi madre, en su gobierno, le dio un salvoconducto al actual presidente Arce para que pueda salir del país a hacerse su tratamiento de cáncer. A Jeanine Añez no le permiten ir a un hospital en La Paz"
—¿Evo Morales ha perdido liderazgo dentro de su partido?
En el MAS, sí, por eso es que se puede convertir en la oposición de Arce. Está haciendo la oposición de Arce en este momento. Lo que quiere es volver, es un enfermo por el poder, quiere hacer lo que sea para volver a la presidencia en Bolivia.
—Durante las marchas contra el gobierno de Dina Boluarte se habló de la supuesta influencia de Evo Morales, sus operadores y el MAS, en Puno. ¿Cree que esto existió?
No lo creo, es indiscutible. Sí hay una influencia total de Evo Morales, influenciado por el Foro de Sao Paulo, para ordenar a [Pedro] Castillo a que haga todas estas cosas. Ojo: ellos son los que ocasionan el caos y después vienen a hacerse los que van a dar la solución. Ellos son los que producen enfrentamientos y muertes, y después se vienen a hacer los que van a dar una solución. Ellos son los que producen enfrentamientos y muertes, y después se creen las víctimas. Es el mismo libreto, es lo mismo que hacen en Nicaragua, Venezuela, Cuba, Bolivia.
—¿Qué opinión le merecen Dina Boluarte y Pedro Castillo?
La presidenta actual me parece que aún está tibia. Ella tiene que decidirse y ser realmente una defensora de la democracia en su país. Esta es una causa mucho más grande, estamos hablando de luchar por la democracia y las libertades de los países de nuestra región. Y de Castillo, es una persona que está con este sistema criminal, corrupto, de narcodictaduras, que lo único que quiere es tomar la democracia y seguir manteniéndose en el poder, inventando narrativas falsas y violentado los derechos humanos.
—¿Y qué nos puede decir de la actualidad del gobierno de Luis Arce?
El socialismo del siglo XXI, el modelo chavista, lo que hace es generar crisis económica, política y social. Y eso es lo que estamos viendo en Bolivia. No hay independencia de poderes, no hay institucionalidad, todo está tomado por el poder político. Estamos sufriendo una economía fatal. Y a pesar de toda esta situación, ellos siguen abusando, no solamente con los presos político. Hay una justicia selectiva que solo persigue a los opositores, a quienes pensamos diferente. Lo último es que hay un proyecto de ley prohibiendo la manifestación pacífica, que viene del mismo gobierno, de parlamentarios del MAS. Esto cada vez avanza, estas narcodictaduras lo único que buscan es avanzar. No tenemos que permitir que sigan avanzando y tomando nuestro país.