7.290 de los más de 154 mil casos que los Centros de Emergencia Mujer atendieron durante el 2022 por violencia de género se registraron en la región de La Libertad, según la base de datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Se estima, sin embargo, que los casos reportados son apenas el 10% de los que realmente ocurren en nuestro país.
MIRA: Manuel Lao, el hombre que dirige el semillero de artistas en Pacasmayo
Como parte de la campaña Peruanos que Suman, de El Comercio y el BCP, hemos llegado al asentamiento humano Nuevo Horizonte, a 45 minutos de la ciudad de Chepén, para conocer a Dora Castañeda, la presidenta de una asociación de mujeres que buscan conseguir la independencia económica para romper las cadenas de maltratos a las que en algún momento de su vida estuvieron sometidas.
“Nos hacemos llamar la Asociación Agropecuaria Nuevo Horizonte y estamos en proceso de formalización. La integramos unas 25 mujeres entre las que hay madres solteras, mujeres mayores, miembros de todas las edades en realidad”, explica Dora mientras nos conduce a un criadero de cuyes.
Hace menos de cinco años, este grupo de mujeres se reunió y decidió buscar la forma de ganar independencia económica. “Lo que buscamos es que las mujeres sean independientes y autosuficientes económicamente”, explica.
La crianza de cuyes apareció como la opción perfecta para iniciar la búsqueda de este propósito. “Es económico y se reproducen rápido. Aunque luego surgen problemas como que, por ejemplo, se estresan muy fácilmente, dejan de reproducirse y algunos incluso mueren por problemas cardiacos”, explica Dora mientras recarga los comederos con alfalfa.
Pese a ello, solo en este corral la asociación tiene más de 600 cuyes destinados a la venta. El grupo, además, ya se prepara para dar el siguiente paso.
“Hemos conseguido un área de 250 metros donde queremos armar nuestro camal, esperamos que poco a poco avancemos hacia eso. La única forma es hacerlo una misma”, asegura Dora.
La decisión de esta mujer es admirable. Fue esta virtud la que la llevó hace 25 años a registrar a su hija, Kelly, solo con su apellido cuando vio que el padre no participaría de la crianza, también la que le permitió sacar adelante a la joven que hoy estudia en la universidad.
“Acá hay mucho machismo, maltrato y violencia física o psicológica, nosotras tenemos que romper esa cadena para que nuestros hijos sean mejores y demostrarles que sí podemos cambiar las cosas”, asegura.
Y a nivel comunal, la determinación de Dora la llevó a organizar a los vecinos para aplanar el espacio donde en algún momento se construirá la plaza principal del asentamiento humano. Ahora, asegura, su mente está puesta en conseguir que las autoridades finalmente construyan la red de agua y desagüe que llevan más de 30 años prometiendo.
“Cuando hay campañas electorales vienen, prometen y luego se olvidan de todos. El agua que tenemos la recibimos de forma interdiaria a través de una cisterna, yo sé que con agua toda esta zona se iría para arriba”, dice Dora mientras reparte los últimos puñados de balanceado para los cuyes más pequeños.
“Pero lo bueno de este grupo es que todas tenemos el mismo objetivo: salir adelante”, afirma esta mujer cuya determinación y dedicación la convierten en una auténtica peruana que suma.
TE PUEDE INTERESAR
- Magali Salinas, la protectora de los animales en Puerto Maldonado
- Óscar Aquino Ipanaqué: el escultor que luchó contra los prejuicios para reivindicar la identidad de los tallán
- Fidel Cueva, el docente que creó un refugio natural para más de 20 mil aves
- Enrique Orosco Oscco, el maestro textil de trajes típicos en Abancay
- Pamela Casimiro, la inventora huancaína cuya creación promete ayudar a damnificados de desastres
Contenido sugerido
Contenido GEC