En solo un mes, tres personas fallecieron súbitamente mientras recorrían las ruinas del Cusco. El último viernes 2 de agosto, la ciudadela de Machu Picchu se tiñó de sangre tras la muerte de Blas Luna Gonzales, ciudadano mexicano de 72 años. Luna sufrió una repentina descompensación por un infarto agudo de miocardio mientras se tomaba una fotografía en el sector de Tres Portadas. Esto causó que se cayera hacia el andén inferior, lo que provocó un traumatismo encéfalo craneano.
En un comunicado, el Ministerio de Cultura de Perú (Mincul) informó que “el personal médico brindó inmediata atención en el lugar y certificó el fallecimiento”. El Comercio supo que Luna presentaba antecedentes de una angioplastia.
Cronología de al menos 6 muertes de turistas en Cusco desde el 2022
Este no es un caso aislado, pues se trata del tercer deceso de un turista extranjero en menos de 20 días en el valle del Urubamba, y, por lo menos, el sexto en tres años en sitios turísticos del Cusco.
El 15 de julio el turista brasileño de 37 años Clederson Marqués también falleció de un paro cardiaco mientras viajaba en un vagón de la empresa PerúRail en la ruta de Machu Picchu a Ollantaytambo. Dos días después, Carlos Jorge Rubinstein, ciudadano argentino de 59 años, murió luego de desvanecerse durante una visita al Parque Arqueológico de Ollantaytambo.
El 10 de julio del 2023, el estadounidense Jhonatan Skipper (49 años) se desplomó en la zona Casa del Guardián de la ciudadela de Machu Picchu debido a un paro cardiaco, que finalmente le ocasionó la muerte. Así también, el 5 de marzo del 2022, falleció el estadounidense Sajad Haider (50 años), quien se desvaneció mientras recorría el complejo arqueológico en compañía de un guía turístico.
Otro lugar turístico del Cusco fue escenario de un lamentable fallecimiento cuando la ciudadana canadiense Efeanyina Stewart (35 años) sufrió una descompensación en la Montaña de Siete Colores el 3 de noviembre del 2022.
LEE TAMBIÉN: Elecciones 2026: Tamaño de cédula puede aumentar a casi el doble respecto a 2021 si participan 33 partidos
Los hechos relatados revelan una preocupante situación para los visitantes y ponen en la mira los protocolos de prevención y atención de emergencias de las agencias de viaje y los sitios patrimoniales.
La realidad de la atención de emergencias en Machu Picchu
Régulo Franco Jordán, arqueólogo y jefe del Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu, declaró El Comercio que el santuario histórico cuenta con un equipo médico privado conformado por un doctor y dos enfermeras, además de una estación de salud y una ambulancia en la entrada de la ciudadela.
Indicó también que en todo el recinto existen seis estaciones de salud cercanas a los puntos de control donde se ubica personal de rescate capacitado en atenciones de emergencia. “Cuentan con equipos de primeros auxilios, como botiquín, camilla y desfibrilador. Cuando ocurre un incidente, ellos son los primeros en acudir a la emergencia y también alertan al personal médico que acude rápidamente al lugar”, explicó. “Las descompensaciones o deslizamientos en épocas de lluvia ocurren con frecuencia y son debidamente atendidas por nuestro personal”, añadió.
Sin embargo, Franco explicó que, ante una emergencia grave que no pueda ser atendida en la ciudadela, los afectados deberán ser trasladados hasta un centro de salud privado en la ciudad del Cusco. El viaje más rápido desde Machu Picchu hasta la ciudad capital del Cusco tarda aproximadamente tres horas y media e involucra usar tres vehículos diferentes.
“En el caso de una emergencia grave, la persona será atendida en una clínica en la ciudad del Cusco. Primero, se le llevará en bus por media hora desde la ciudadela hasta Aguas calientes [el pueblo más cercano a la fortaleza inca en el distrito de Machu Picchu]. Luego, viajará en tren durante una hora y media hasta Ollantaytambo. Por último, la llevan en bus por otra hora y media hasta la ciudad capital”, detalló. “Hasta ahora no ha ocurrido un caso de alto riesgo que involucre llevar a una persona desde Machu Picchu a la clínica”, aseguró Franco.
Así también, el arqueólogo indicó que las emergencias graves no pueden atenderse en Aguas Calientes, debido a que esta localidad no cuenta con un centro de salud apropiado. El Comercio pudo conocer que en este pueblo existe una establecimiento de primer nivel de atención I-1, es decir, una posta que, según ley, ni siquiera requiere de la presencia de personal de salud médico.
Actualmente Machu Picchu recibe más de 5.600 visitantes por día, de acuerdo con Régulo Franco.
La temporada alta de visitas a la fortaleza va de junio a octubre.
Cabe destacar que, desde el 2019, permanece inconclusa la construcción del Centro de Salud Machupicchu (I-4), que beneficiaría a más de 7 mil pobladores, así como a los turistas nacionales y extranjeros que visitan esta zona del Perú.
Este centro médico contaría con área de hospitalización, consulta externa, sala de parto, camas de observación de emergencias, rayos X, ecógrafo, entre otro equipamiento médico.
"Más del 50% de agencias de viaje en el Cusco son informales"
Berner Caballero, presidente de la Cámara de Turismo de Cusco, aseguró que las 70 agencias de viaje asociadas al gremio cumplen con prevenir a sus usuarios del mal de altura, afecciones cardiacas, dificultad para respirar y otros malestares que pueden sufrir al visitar Machu Picchu.
En el caso, de los adultos mayores y personas vulnerables, Caballero explicó que las agencias recomiendan a los turistas que pernocten en el Valle Sagrado de los Incas. Por otro lado, mencionó que algunas agencias ofrecen a los turistas un seguro de viaje con cobertura ante emergencias. “Solo lo hacen las empresas formales”, resalta.
Con relación a este punto, Caballero sostuvo que “más del 50% de agencias de viaje en el Cusco son informales”. Según la Gerencia Regional de Comercio Exterior Turismo y Artesanía del Cusco (Gercetur), adscrita al Gobierno Regional Cusco, existen 2.703 agencias de viaje registradas.
No obstante, de acuerdo con Caballero, más de la mitad de estas agencias no tienen los requisitos mínimos de formalización debido a que la Gercetur no fiscaliza su cumplimiento.
“Los principales requisitos son tener ficha RUC, inscripción en registros públicos, autorización de Gercetur, registrar en planilla a nuestros trabajadores y presentar un historial de servicio. Sin embargo, la Gercetur solo realiza una evaluación previa de las empresas para otorgar el certificado operador, pero luego no hace un control exhaustivo para verificar el cumplimiento de los requisitos”, afirmó.
Este Diario solicitó una entrevista a la gerencia de Gercetur. Hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo una respuesta.