A una hora y media de la ciudad de Tacna se ubica Ite, uno de los distritos de la región sureña que recibe hasta más 22 millones de soles al año por concepto de canon y regalías mineras por parte de Southern Perú. Pese al millonario ingreso, los más de 2800 pobladores aún no cuentan con agua potable de calidad en sus viviendas desde hace casi 60 años.
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El agua que reciben en los caños de sus casas presenta alta concentración de metales dañinos como el boro y el arsénico y, además, residuos de heces fecales que impactan directamente en su salud.
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Según el último informe sobre la calidad de agua, que realizó la municipalidad en el 2019, se halló 7,2 mg/L de boro y 0.43 mg/L de arsénico. La carencia del vital recurso hídrico ha limitado las actividades en el sector agrícola, ha perjudicado el desarrollo del turismo y ha afectado las actividades cotidianas de los habitantes.
“En cuanto a la cuestión del agua, tenemos una problemática muy crítica y álgida tanto para consumo humano como para la agricultura. Tenemos un problema latente desde los distritos de las provincias de Candarave y los municipios de Locumba e Ilabaya, en la provincia de Jorge Basadre, que vierten todos sus desagües al rio Locumba. Estas aguas llegan a Ite y por eso hay una contaminación ambiental critica, esa agua es intomable en cualquier parte del mundo, es la peor que llega a este distrito”, lamenta el agricultor Jorge Villar Agurto.
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El también integrante de Comisión de Regantes del Valle de Ite mencionó que, debido a la mala calidad del agua, solo pueden sembrar ají, cebolla, chala y alfalfa (los dos últimos alimentos para el ganado).
Otros cultivos alternativos, entre ellos las frutas, son imposibles de plantar. Y no solo eso, en cuanto al turismo, los visitantes que llegan al valle evitan tener contacto con el agua o consumir los alimentos zona por temor a estar ingiriendo metales tóxicos.
EL ORIGEN
Desde la creación del Ite, en abril de 1961, los habitantes solían abastecerse del agua que les proveía el río Locumba; sin embargo, con el pasar de los años, la expansión de la población y la actividad minera, se detectó la presencia de metales y desechos orgánicos de desagües en el torrente. Ite al ser cola de cuenca es una de las zonas más afectadas por la contaminación que emerge de las comunas aledañas.
Recién en el 2005, el municipio logró construir una pequeña Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP), pero no fue suficiente ya que los metales aún permanecían en el agua. Por ello, para evitar que más personas continúen consumiendo agua contaminada, se optó por traer el recurso desde uno de los pozos subterráneos ubicados en el distrito de Locumba a fin de repartirlo a través de cisternas, cada tres días por semana.
Desde entonces la población convive con dos tipos de agua: la contamina y la saludable. La primera es para el aseo, para regar sus sembríos y otras actividades, mientras que la segunda es exclusivamente para beber y cocinar sus alimentos.
“Nosotros como municipalidad tenemos una cisterna la cual va hacia Locumba, exactamente hasta Conostoco, en donde extrae el agua del pozo del cuartel del fuerte Arica. Ahí va tres veces por semana para traer y abastecer de agua de consumo humano para la población de Ite”, señala el gerente municipal, Christian Huacani Limache.
“INVERSIÓN AL AGUA”
Desde el año 2009, las gestiones ediles de turno desarrollaron hasta tres proyectos, valorizados en más de 30 millones de soles, para solucionar la problemática, sin embargo, ninguno de ellos funciona en la actualidad. Huacani Limache explica en el 2009 el exalcalde Ysaúl Rivera Chávez puso en marcha la construcción de la planta H2O en la zona denominada Quebrada Honda.
El proyecto de 14 millones de soles incluía también la ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado en las zonas rurales e iba a complementar a la planta de agua que existía en el pueblo principal de Ite. La obra no se culminó hasta la fecha. Quedó al 80% de su ejecución y luego entró a un enredado proceso de arbitraje.
Los otros dos proyectos son “Agua Dulce” y “Agua Viva” que se realizaron en los ocho años de gestión del exalcalde, Adán Vargas Cárdenas. Los proyectos, que bordearon los S/18 millones, prometían beneficiar a la población rural y urbana de Ite por 70 años con la captación de agua subterránea, pero solo funcionaron por dos años.
“Ambos tuvieron problemas. Uno porque la obra estaba en terrenos del Ejército y dos porque nunca funcionó. Nunca llegó agua a Ite porque ninguna de las dos obras se llegó a completar. Actualmente seguimos con el tema de los cilindros, siguen las personas con sus baldes como en las zonas rurales. Lamentablemente hubo dos gestiones detrás de nosotros que no han cumplido con esa meta. Se ha gastado más de 36 millones en la última década y nunca ha llegado el agua a Ite”, agrega Christian Huacani.
OBRA EN CAMINO
Para revertir esta situación y mejorar la calidad de vida de los vecinos de Ite, la actual gestión ha puesto en marcha el proyecto “Ampliación de los sistemas de abastecimiento de agua potable con la instalación de plantas sectoriales de osmosis inversa en el distrito de Ite”.
La obra consiste en instalar cuatro plantas en cuatro puntos estratégicos de la comuna y con la cual se pretende lograr obtener agua de calidad y superar los problemas de presión hídrica que afectan a la comuna. El ambicioso proyecto tiene un costo de más de S/ 9 millones y sus autoridades han asegurado que el próximo mes de marzo la obra entrará en un funcionamiento.
“Estamos tomando solo el proyecto H20 para que complemente al proyecto de osmosis inversa. La obra tiene una avance del 30% y nuestra meta es ponerlo en funcionamiento en el mes marzo”, finaliza Huacani.
DATO
Procesados: el exalcalde Adán Vargas tiene cuatro denuncias por presuntas irregularidades durante su gestión entre los años 2011-2018; mientras que Ysaúl Rivera fue hallado culpable del delito de peculado al apropiarse del dinero de una obra vial.
CIFRAS
7,2 mg/L de boro y 0.43 mg/L de arsénico hay en el agua, en Ite, según el último análisis realizado por la municipalidad.
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