En junio del 2024 serán las elecciones presidenciales en México y por primera vez dos candidatas compiten por la jefatura de estado. El país se prepara para tener su primera presidenta. En la actualidad, de 18 países analizados, solo dos tienen una: Honduras y Perú. No obstante, únicamente en el primer caso esta fue elegida como presidenta, a través de elecciones.
Asimismo, según ONU Mujeres solo un país tiene al menos 50% de mujeres en el poder. Pese a que las cuotas de género y paridad han ayudado a aumentar el porcentaje femenino en cargos políticos en los países donde hay elecciones libres, justas y competitivas, sólo México cumple con su cuota estipulada para el Parlamento.
La abogada Beatriz Llanos, coordinadora Técnica Regional de Proyecto ATENEA, sostiene que es un derecho de las mujeres estar en espacios de poder de manera igualitaria, y una obligación del Estado llegar a la paridad democrática.
“Cuando hay más mujeres (en cargos públicos) es más probable que sus demandas sean transformadas en políticas públicas o en leyes”, asegura Llanos. La experta afirma que “las mujeres llevan diferentes experiencias, intereses y necesidades que históricamente no han sido tomadas en cuenta hasta que han llegado al poder”.
Por su lado, María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe menciona que la paridad democrática impacta en la democracia de la sociedad y en su desarrollo.
“Nos enfrentamos a una serie de crisis interrelacionadas, desde la emergencia climática, a crisis migratorias, de las economías y de los mercados laborales, con tasas de pobreza y pobreza extrema muy preocupantes a nivel global. No podemos imaginar un futuro pacífico y próspero, y un desarrollo que sea realmente sostenible si la mitad de la población no está al centro de la definición e implementaciones de las soluciones para los principales desafíos de nuestros tiempos”, subraya.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible u Objetivos Globales son 17. Fueron establecidos en el 2015 por la Asamblea General de las ONU y en teoría deberían alcanzarse en el 2030.
Asimismo, Vaeza señala que para mejorar las estrategias que aceleren el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos en el 2015 en la Asamblea General de la ONU con el objetivo de poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas de todas las personas en el mundo al 2030, se requiere alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas.
”Es precisamente a través de una participación más igualitaria e inclusiva que podemos lograr modificar aquellos factores estructurales que, históricamente, las han excluido del ejercicio del poder, y que siguen sustentando múltiples formas de discriminación y violencia contra ellas en todos los ámbitos”, indica.
¿Por qué la región no ha cumplido con la democracia paritaria?
En América Latina, el nivel de participación femenina en procesos de toma de decisiones apenas llega al 30%. Vaeza afirma que esta situación se da “porque a pesar de que la región tiene un compromiso normativo y político con la paridad, aún impera una cultura patriarcal y una marcada persistencia de estereotipos y sesgos de género que privilegian estilos de liderazgo asociados a hombres, los que influyen en la percepción social sobre quiénes pueden formar parte del poder político”.
“Al no contar con autonomía económica, acceso al financiamiento con transparencia y rendición de cuentas de los partidos políticos, y sin una nueva cultura política libre de violencia basada en género, las mujeres no pueden participar en igualdad de condiciones en las contiendas. (...). Las mujeres han tenido que demostrar sus capacidades muchas veces ante una lupa más grande sobre sus gestiones respecto a sus respectivos hombres”, agrega.
Para Llanos, “si las organizaciones (políticas) no postulan más mujeres de motu propio, la mejor estrategia que se ha encontrado ha sido la ley de cuotas y las normativas de paridad que establece el 50%”. No obstante, asegura que estas medidas abordan el problema desde un solo aspecto.
“Estamos incrementando la presencia de las mujeres en las postulaciones, pero las medidas por sí solas no garantizan que la elegibilidad sea similar por varios motivos: las normas no son fuertes y pueden ser eludidas, pues no tienen una sanción y los partidos pueden hacer lo que quieran. Además, las mujeres pueden ir al fondo de las listas y, por lo tanto, no se electas, como en el caso peruano cuyas listas suelen ser encabezadas por hombres”, explica Llanos.
Asimismo, la experta señala que las mujeres tienen menor acceso a recursos para financiar sus campañas políticas y existen estudios que concluyen que los medios de comunicación les brindan menor cobertura.
Resultados del Latinobarómetro
Según los resultados del Latinobarómetro 2023, las mujeres (45%) apoyan menos la democracia que los hombres (51%), y son más indiferentes al tipo de régimen.
Beatriz señala que “si un sistema no provee de educación, de salud, de igualdad, de seguridad, lo que se está expresando con estos resultados es que no se sienten los beneficios del sistema. Por lo tanto, hay una rabia, una frustración, respecto del funcionamiento de ese sistema”.
Formas de lograr la democracia paritaria
María Noel Vaeza menciona que es urgente tomar medidas que permitan acelerar la participación significativa y diversa de las mujeres y jóvenes en todos los ámbitos de la toma de decisión.
“Consideramos clave avanzar en marcos normativos que garanticen la paridad en todos los poderes y niveles de gobierno; asimismo, hace falta desarrollar e implementar mecanismos interinstitucionales de prevención, monitoreo, atención y sanción de la violencia política basada en género, y garantizar un ejercicio de la justicia con perspectiva de género e interseccionalidad”, asegura.
Según Vaeza, la consolidación de la democracia paritaria requiere de una transformación de la cultura social y política, de aquellas normas sociales y de género que aún discriminan a las mujeres y limitan su participación.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha señalado en repetidas ocasiones que “la igualdad de género es una cuestión de poder, poder que los hombres han guardado celosamente durante milenios”. Vaeza subraya que “transformar y redistribuir ese poder toma tiempo, y precisa del más amplio compromiso político y personal de toda la ciudadanía”.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- América Latina: El respaldo a la democracia retrocedió en promedio 13% en los últimos 28 años
- Escenario económico para América Latina: la inflación cede, pero el dinamismo del PBI aún no se recupera | INFORME
- La fórmula de Bukele inspira propuestas sobre seguridad ciudadana en por lo menos seis países de la región
- Plan Bukele: ¿Qué países de América Latina están replicando su plan? | PODCAST