Eran horas de la madrugada cuando un grupo de vándalos logró ingresar a las instalaciones de la empresa Piscifactorías Los Andes, ubicada a orillas del lago Titicaca, en la localidad de Charcas, del distrito de Ácora, en la región Puno. Además de atacar al personal de seguridad, los sujetos incendiaron oficinas y demás infraestructura, para luego destruir la producción de la compañía.
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Esta compañía, dedicada a la crianza, procesamiento y comercialización de la trucha, es conocida nacionalmente bajo la marca Piscis. Sin embargo, su negocio se concentra principalmente en la exportación a diversos países del mundo. Sus operaciones, hoy paralizadas, daban trabajo a cientos de familias y oportunidades a pequeñas y medianas empresas de la zona.
En comunicación con El Comercio, Karl Berger, gerente de operaciones de Piscifactorías Los Andes, comentó que, previo al ataque, un grupo de personas ya se había acercado a la zona la noche del viernes con el aparente fin de manifestarse en contra de la empresa. Horas después, lograron superar el cerco de seguridad.
Incendiaron instalaciones y liberaron producción
Al tratarse del turno nocturno del fin de semana, en los recintos solo se encontraban dos técnicos y dos vigilantes, confirmó el vocero. La turba, conformada de unas treinta personas, agredió con palos y puñetes al personal de seguridad, mientras que los operarios encontraron refugio, donde permanecieron durante el ataque. Las víctimas permanecen estables pero con contusiones.
Berger explicó que el primer objetivo fueron las reservas de combustible, de las cuales los vándalos lograron acceder al combustible necesario para proceder con la quema de diversas instalaciones. Tras prender en fuego este almacén, procedieron a incendiar y destruir el laboratorio, las casas, demás almacenes, algunas oficinas y otros espacios.
Además de los daños a la infraestructura, los vándalos llegaron a las orillas del Titicaca, donde subieron a una lancha de la empresa para acercarse a la zona de crianza de las truchas, ubicada a unos 700 metros de la orilla. Una vez allí, cortaron los cabos y liberaron 210 toneladas de trucha, prácticamente toda la producción del momento, indicó Berger.
Al precio de exportación, se estima una pérdida de entre 1.2 millones y 1.3 millones de dólares, únicamente por los daños a la producción de trucha. Además, el vocero advirtió que la crianza de este pez resulta en una trabajo de ocho a diez meses, por lo que también hay perjuicios a mediano plazo.
Según indicó el vocero, Piscifactorías Los Andes daba trabajo a unas 230 familias de la zona. Además de la oferta laboral que daba las instalaciones afectadas, también se contrataba a trabajadores para sus plantas de procesamiento. Adicionalmente, trabajaban con pequeños y medianos piscicultores locales.
Producción reducida por protestas
Desde que iniciaron las protestas en contra del gobierno de Dina Boluarte y el Congreso de la República en diciembre pasado, Puno se ha convertido en un punto crítico de movilizaciones, conflictos y actos vandálicos. Mientras que las pérdidas se suman por los millones de soles al día, la Cámara de Comercio y Producción de Puno anunció el 75 % de reservas de viajes fueron canceladas en la región.
El vocero de Piscis denunció que, a causa de los bloqueos en las carreteras puneñas, los procesos de producción de la empresa se han visto gravemente afectados. Resaltó que, desde iniciados los bloqueos, trabajan a un tercio de su capacidad.
Finalmente, Berger precisó que los actos se tratarían de un ataque directo con la empresa y sus instalaciones, ya que no se han registrado el robo de equipos. Incluso, quemaron hasta dos motocicletas y habrían hundido la lancha utilizada para llegar a los criaderos.
Así mismo, aseguró que, previamente, manifestantes ya se habían desplazado hasta sus instalaciones, acusándolos de ser una empresa transnacional y lanzar arengas en contra de la compañía. Si bien Piscifactorías Los Andes apunta, primordialmente, al negocio internacional, se trata de una empresa peruana.