:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/57B4Z6S6H5F3PN4TX4VIBYJTXI.jpg)
En las primeras ocasiones, recibió mensajes de texto amenazantes, donde se incluía la rutina de su familia, el nombre de sus hijos y la exigencia de S/10 mil a cambio de no asesinar a ninguno de ellos. Pero el miércoles pasado llegaron las balas. Fueron dos disparos contra la puerta de su casa, en Zarumilla (Tumbes), y un sobre con el siguiente mensaje: “La próxima vez correrá mucha sangre”. Esa es la historia que ha vivido –en los últimos dos meses– el regidor del municipio provincial de Zarumilla Tulio Sandoval.
—Región violenta—
Según las estadísticas policiales de este año, Sandoval es la víctima número 210 de los extorsionadores que operan en Tumbes. Este es un delito que se incrementó este año en la región, en comparación a los 180 casos reportados en el 2015.
Las principales víctimas son los choferes de autos y mototaxis. Estos últimos pagan entre 2 y 3 soles diarios a las mafias que, como señal de que ya recibieron el dinero solicitado, pegan calcomanías con sus logos en los vehículos. No obstante, la extorsión llega a todas las esferas: el propio gobernador regional de Tumbes, Ricardo Flores, fue víctima de este delito en el 2015.
—Muerte en Zarumilla—
La provincia de Zarumilla es donde más se han incrementado los asesinatos en estos años: de los 51 homicidios ocurridos este año en Tumbes, 29 se han registrado en esta zona aledaña a Ecuador.
El último de ellos ocurrió el 19 de diciembre, cuando José Paz Silva (un presunto miembro de la banda criminal Los Trujillanos) fue atacado por dos hombres que llegaron en motocicleta. Le dispararon 10 veces. Días antes, el policía Jhonatan Zafra recibió dos balazos en la cabeza, mientras evitaba el robo de un camión que custodiaba en su día de descanso.
Asimismo, el suboficial PNP Junior Soto Ramos fue asesinado –por presuntos miembros de Los Chivitos– cuando defendía a un joven del robo de su motocicleta. Todos estos crímenes ocurrieron en Zarumilla, donde –según la policía– se ha desatado una guerra entre bandas por el control de cupos.
—Guerra de bandas—
Sandoval dice que el aumento de crímenes en la provincia responde a su cercanía con Ecuador, pues los delincuentes de este país cruzan fácilmente la frontera y se integran a las bandas locales.
La policía sostiene que en Zarumilla existen cinco bandas organizadas que se disputan el control de las obras que ejecutan el gobierno regional y el municipio provincial. Los cobros de cupos han enfrentado a Los Rezagos del Sordo Vite, Los Bolongos, Los Chivitos, Los Málaga y a la banda binacional Los Injertos de El Tropezón.
Solo en Zarumilla, el municipio ejecuta tres obras por S/13 millones. En Tumbes, las inversiones son mayores. “Suman más de S/90 millones y están en el aeródromo de Punta Sal, en un centro comercial de Costa del Sol, en un futuro parque temático en Puerto Pizarro”, dijo el gobernador regional Flores.
La grave situación que atraviesa Tumbes no se puede explicar por falta de personal policial. En la región hay 4,7 policías por cada mil habitantes. Lo que recomienda las Naciones Unidas para las ciudades es una tasa de 3 policías por la misma cantidad de población.
