El anuncio durante los últimos meses sobre la eventual llegada del fenómeno de El Niño de intensidad posiblemente alta provocó que, a diferencia de otros años, disminuyeran considerablemente las reservas de hospedajes en las playas de Piura y Tumbes, destinos preferidos por turistas nacionales y extranjeros para recibir el Año Nuevo.
Según el presidente de la Cámara de Turismo de Máncora, Carlos Chunga, en esta playa las reservas se encuentran al 50%. “Recién a fines de noviembre comenzaron a reservar. Con el anuncio de que ya no habría un fenómeno de El Niño extraordinario y de que las lluvias serían normales, recién se ha reactivado la reserva en hospedajes y casas de playa”.
Chunga comenta que, en circunstancias normales, las reservas de fin de año en Máncora comienzan desde setiembre y que en diciembre ya todo está copado. “Los empresarios se habían preparado para El Niño, pero ya no habrá; es algo positivo, pero las dudas se han despejado tarde”, dice. Incluso muchas de las fiestas que se habían organizado fueron en su momento canceladas debido al temor por las lluvias anunciadas.
Una situación similar se percibe en la playa Lobitos, que además de la posibilidad de El Niño debió soportar la crisis que vive Brasil, ya que los surfistas de ese país son sus visitantes más frecuentes. El empresario José Antonio Sangüeza asegura que este ha sido un mal año para el turismo. “Solo tengo tres reservaciones. Lo vamos a pasar pésimo”, dice.
En total, la Dirección de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur Piura) calcula que para fin de año llegarán 10 mil turistas a las playas de esta región; las más visitadas serán Máncora, Vichayito, Pocitas, Colán y Lobitos. En Máncora y Máncora Chica (Pocitas y Vichayito) hay al menos unos 100 establecimientos de hospedaje y más de 200 casas de playa que suelen albergar a turistas que llegan a estos balnearios para recibir el Año Nuevo.
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