“Con el amor de mi vida,mi querida esposa la reyna Isabel”, escribió Felipe Santiago Cáceres Rodríguez, de 41 años, en su cuenta de Facebook el pasado 28 de noviembre. Al texto lo acompañan la figura de una cara feliz con un corazón y tres fotos junto a Isabel Alvarado Huayunga, de 28 años. En una de ellas le da un beso. El comentario que les dejó un amigo, hoy parece una premonición: “El beso de Judas”.
Cuatro días antes de publicar el post, Felipe le golpeó la cabeza y al ver que ella se resistió, intentó clavarle un cuchillo. “Felizmente apareció mi esposa e intercedió y lo botó de la casa”, cuenta Carlos Alvarado Cárdenas, padre de Isabel.
Ella ya había dado varios gritos de alerta. Uno de ellos fue el 18 de noviembre, cuando lo denunció por agresión verbal en la comisaría de San Lorenzo, en la provincia Datem del Marañón, Loreto, en donde vivía. Sin embargo, regresó dos días después a retirar la denuncia diciendo que “pensó que su esposo era infiel y solo quería que se fuera del hogar”. Para su familia, esta actitud-que es común en las víctimas de agresión- solo se explica por el miedo que le tenía.
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“Él la seguía demasiado. Pese a que estaban separados hace dos meses, entraba a su casa y disponía de todo. No era una persona razonable ni afectivo, siempre quiso silenciar a mi hija”,agrega su papá.
Isabel era periodista y tenía dos hijos: uno de 7 años de una relación previa, y uno menor de 3,junto a Felipe. Hace unos dos años trabajaba como locutora en radio Láser de San Lorenzo. Su compañero Manuel Paredes, quien hoy tiene que cubrir su asesinato, recuerda que Isabel era una joven risueña, pero que en varias ocasiones contó que tenía problemas con Felipe y que lo había denunciado por agresión. “Él ha sido nuestro abogado. Ella no se merecía esto, nosotros queremos que su muerte no se quede impune”, agrega.
Su familia asegura que en varias ocasiones le pidieron que se mude, “aunque sea a escondidas”, pero que se alejara de Felipe porque sentían que era peligroso. “No pudimos hacer mucho pese a que le dijimos varias veces que podía denunciarlo y que viniera a vivir con nosotros”, se lamenta el padre de Isabel.
El crimen
Isabel fue vista por última vez el sábado 7 de diciembre en San Lorenzo. Al día siguiente, su papá denunció su desaparición ante la policía luego de que desconfiara de Felipe. “Al acudir al domicilio de su yerno, Felipe Cáceres, este le informó que ella no se encontraba en su domicilio y tampoco habían prendas personales de ella; y desconocería su paradero”, señala un documento sobre la investigación.
El lunes 9, un grupo de vecinos del Centro Poblado de San Román, alertó al personal policial de San Lorenzo, el hallazgo de un cuerpo enterrado en un pastizal del barrio Carabanchel. El cuerpo era de una mujer y tenía evidencias de haber sido salvajemente golpeado. Era Isabel, su papá la reconoció y hoy con el dolor de haberla perdido exige justicia.
La necropsia señala que Isabel murió estrangulada. Su esposo fue detenido por ser el primer sospechoso del asesinato y se encuentra bajo custodia de la policía porque la población de San Lorenzo está enardecida y quiere lincharlo. El fiscal de la Fiscalia Provincial Penal Corporativa de Datem del Marañón, Nerio Lázaro Quevedo, pidió la detención preliminar por 7 días por el delito de feminicidio, con la finalidad de continuar con las diligencias. “Seguimos recopilando testimonios y pruebas y estamos avanzando para pedir la prisión preventiva del principal sospechoso”, comentó el fiscal.
Desde su celda, Felipe Cáceres se defiende así: “No le he hecho nada a mi esposa. Yo conversé con ella y la dejé viva. Yo no sé, no le he hecho nada a ella. Que se hagan las investigaciones y yo en ningún momento me he escondido. No he intentado huir ni nada por el estilo, estoy dando la cara en esta investigación porque no he hecho nada. (...) Yo no la he tocado, es mi esposa , la mamá de mis hijos por la que he estado luchando para que regrese conmigo. (...) dicen que tenía amante. Cada vez que pregunto por ella solo me dicen que me estaba engañando”.
También fueron intervenidos Ricardo Castillo, quien intentó viajar a Iquitos a bordo de una avioneta con identificación falsa y quien sería muy cercano a la pareja de esposos; y Román Pisco, propietario del fundo donde se halló el cadáver de Isabel.
La mañana del martes, los amigos y familiares de Isabel así como los vecinos de San Lorenzo, cargaron su féretro y lo llevaron al frontis de la comisaría de San Lorenzo, como señal de protesta. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) informó que personal del CEM Datem del Marañón se contactó con los familiares de Isabel, para brindarles apoyo y soporte psicológico, emocional. Sus hijos permanecen bajo el cuidado de su familia.
En marzo de este año, El Comercio tuvo la iniciativa de lanzar el especial #EstamosHartas para abordar temas de violencia contra la mujer, feminicidios, violaciones y estereotipos de género. En este enlace pueden ver uno de nuestros videos explicativos: https://elcomercio.pe/peru/hartas-abc-feminicidio-video-noticia-ecpm-616496-noticia/
Los familiares, amigos y las propias mujeres que conocen o son victimas de violencia pueden acudir a los siguientes canales de ayuda:
*Con colaboración de Daniel Carbajal
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