El Centro Poblado de Secocha en la provincia de Camaná (Arequipa) quedó reducido a escombros en febrero pasado a consecuencia de la caída de un huaico originado por las intensas lluvias. Al menos 19 personas murieron ahí, sepultadas por el barro y el lodo. Para el General de Brigada Carlos Yáñez Lazo, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Secocha es un ejemplo de la falta de gestión y dejadez de las autoridades locales, que permitieron que familias se asienten en una zona de alto riesgo no mitigable.
Yáñez ha recorrido todo el país visitando las zonas de mayor peligro ante emergencias y reconoce que la mayoría de autoridades no conoce de gestión del riesgo de desastres. En entrevista con El Comercio, señala que muchas de las personas que están al frente de las labores de prevención, preparación o respuesta, no cumplen con el perfil mínimo para hacer frente a estas tareas.
—Da la impresión que ni las autoridades locales ni la población ha aprendido de los desastres ocurridos en años anteriores y estamos condenados a sufrir nuevamente por la falta de prevención
La falta de prevención es un problema que tiene años y por tal es difícil responsabilizar a una gestión. En Piura, por ejemplo, los drenajes no están funcionando. La ciudad ha crecido de tal manera que, ante una emergencia de este tipo, como las lluvias, queda en evidencia que no se ha trabajado en la ejecución de los procesos de la gestión del riesgo de desastres a nivel regional ni local, que son estimación del riesgo, prevención, reducción del riesgo, preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción, y que hay brechas en infraestructura.
"Es lamentable que, por la dejadez o la vista gorda de las autoridades de alguna gestión, porque esto ha pasado por años, se ha permitido que familias se asienten en zonas de riesgo no mitigables"
—Pero el tema no pasa solo por falta de infraestructura, hay también un tema de gestión
Por supuesto, hay mucha población que se han colocado en zonas de amortiguamiento, que son zonas inundables. Es lamentable que, por la dejadez o la vista gorda de las autoridades de alguna gestión, porque esto ha pasado por años, se ha permitido que familias se asienten en zonas de riesgo no mitigables. Entonces cuando ocurre una emergencia, todo sale a la luz y tenemos a la población damnificada.
—Hace unos días se reveló que apenas el 1% de autoridades descargó los informes de riesgo por lluvias que les enviaron por correo ¿qué evidencia ello?
Si bien es cierto este tema del ciclón Yaku fue alertado en febrero por las entidades científicas, ya el Gobierno a través del Indeci había declarado en estado de emergencia varias zonas por lluvias. Estas zonas iban a tener un impacto de daño importante, aunque no se avizoraba la magnitud de lo que ha pasado.
Por ejemplo, el Indeci tiene un brazo operativo fundamental que es el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) que recibe los avisos del Senamhi, del Cenepred, de la Dirección de Hidrografía y Navegación. La obligación del COEN es difundir por todos los medios, las alertas y comunicaciones a todas las autoridades locales, provinciales, regionales. Ahora, publicamos estas informaciones en redes sociales y no solo les enviamos los correos, sino que los estamos llamando para que confirmen que recibieron el correo. Estamos doblando los medios para que todas las autoridades tengan la información y no digan que no se enteraron.
"No se ha ocultado ningún tipo de información como por ahí he escuchado, sería deleznable. Las entidades científicas han alertado en el momento que han tenido la información y las autoridades locales debieron tomar las medidas correspondientes"
—Precisamente, hace unas semanas, el alcalde de Piura dijo que desde el Gobierno no les avisaron de la presencia del Niño Costero
A todas las autoridades se le ha dado el aviso. El Enfen y el Senamhi informaron en los primeros días de febrero que se venían las lluvias en la costa norte. Todos pensábamos que se veían las lluvias normales, habituales. Luego, en febrero salió a la luz el tema del ciclón Yaku y que se venía un Niño Costero débil. Se alertó a las autoridades, primero se dijo que estábamos en vigilancia y, luego, en alerta los primeros días de marzo y, con esa información, sustentamos la declaratoria de Estado de Emergencia por peligro inminente ante intensas precipitaciones pluviales en diversas regiones del norte del país. Acá no se ha ocultado ningún tipo de información como por ahí he escuchado, sería deleznable. Las entidades científicas han alertado en el momento que han tenido la información y las autoridades locales debieron tomar las medidas correspondientes.
—Usted dijo recientemente que el cambio de autoridades locales generó complicaciones
Efectivamente, eso lo habíamos previsto y por ello tomamos la determinación de hacer un taller de transferencia de conocimiento para cuando ingresen las nuevas autoridades, el 1 de enero, sepan cuáles son sus funciones y obligaciones ante la gestión de riesgo desastre. Hicimos talleres en todas las regiones con apoyo de varias ONG y les entregamos hasta la bibliografía que deberían tener. Sin embargo, estos talleres parece que no sirvieron de mucho, porque incidimos en que debían tener gente capacitada en su oficina de gestión de riesgo. Yo les dije a los alcaldes y presidentes regionales ‘Ustedes no tienen por qué saber todo, pero deben rodearse de técnicos y buenos asesores’. Lamentablemente, esos puestos en los gobiernos regionales, distritales no requieren de un perfil. Entonces cuando entra (el alcalde) llegan con su gente y a los que están capacitados y pueden asesorarlo, los sacan, los cambian.
—¿Qué proponen ustedes?
Hemos propuesto a través del Consejo de Ministro que los funcionarios a cargo de atender situaciones de emergencias tengan un perfil mínimo o, por último, estar acreditado por el Indeci o Cenepred. Así como para ingresar a un puesto de contrataciones debes tener un certificado de Osce que te habilita para estar en ese puesto, igual tiene que ser en gestión de riesgo. La mayoría de autoridades no conoce de gestión de riesgo. Luego, cuando hay una emergencia y desastres lo primero que hacen es voltear y decir ‘gobierno, ayúdame’. Hay responsabilidades a nivel distrital, provincial, regional, el Ejecutivo a través del Indeci es el cuarto nivel, el último nivel. Por ejemplo, ellos deben tener sus almacenes propios…
—En las visitas que ha realizado cuántos municipios y gobiernos regionales tienen un almacén debidamente acondicionado
En el tema de las autoridades distritales y provinciales son muy pocos los que cumplen con tener sus almacenes, emplear su partida presupuestal 068 a la cual le deben inyectar dinero todos los años a fin de tener personal capacitado, comprar bienes de ayuda humanitaria alimentaria y no alimentaria, pero no lo hacen por desconocimiento. Esa es una labor que desde el Indeci tratamos de inculcar. Por ejemplo, ahora tengo gente desplazada en Piura, Tumbes y Lambayeque que va distrito por distrito, instalando albergues…
—Pero esa no es una labor que los municipios deberían de gestionar
Efectivamente, de acuerdo a la norma es el distrito es el que se encarga de buscar los albergues, dónde ubicarlos, cómo atenderlos. El municipio administra el albergue, pero ahora nosotros los estamos acompañando y estamos entregando todos los bienes. Tenemos que estar con ellos, porque si los dejamos solos no van a saber qué hacer.
—Usted está en Piura ¿qué es lo que ha encontrado ahí?
Piura no está preparada para lluvias intensas. Estamos en un primer momento que es la atención de la emergencia, trabajando intensamente en coordinación con el Ministerio de Vivienda en la evacuación de aguas pluviales con motobombas llevando esa agua a zonas a donde se puedan evacuar. En otros casos estamos usando cisternas para poder trasladar el agua. El gran problema que tenemos es el tema de las lluvias y los drenes actualmente están tapados. Trabajamos limpiando, pero luego llueve por seis horas y todo se vuelve a inundar. Hemos visitado viviendas de material precario que ha quedado totalmente inundadas y estamos desplazando a los damnificados e instalándolos en locales comunales.
Luego de responder a la emergencia seguramente se harán los trabajos de prevención que el Gobierno anuncia a fin de prepararnos para un eventual Niño Costero global. Los meses de mayo a diciembre serán claves para la limpieza de drenes y levantar las defensas ribereñas. En definitiva, todas las obras que se puedan ejecutar en estos meses de ventana.
—¿Cuánto tiempo le tomará a Piura recuperase de esta situación?
Esperamos que pronto calmen las lluvias y ahí vendrá el trabajo duro donde nos enfocaremos en la rehabilitación de canales de riego, vías dañadas, colegios y establecimiento de salud afectados y cultivos. Todo ello adicional a lo más importante, el sistema de drenaje de la ciudad de Piura, el encauzamiento del río Piura, que no tiene salida al mar. No es posible que ese río desemboque en la laguna la Niña. Decir en cuándo tiempo se puede rehabilitar es difícil, no puedo darte ese dato con precisión, pero sí te aseguro que estamos desplegando todos nuestros recursos y esfuerzos para lograrlo lo más pronto posible.