Con 975.182 habitantes, de acuerdo a estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INEI), Ica es una de las regiones menos pobladas del país. A pesar de esto, se ubica en el puesto 7 de las regiones con más casos del nuevo coronavirus en el Perú: 22.006 según la sala situacional COVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa).
Era el 11 de marzo cuando un reporte del Minsa informaba que Ica ya registraba su primer caso. Apenas casi un mes después, el 15 de abril, los contagios alcanzaban los 100 en la región. Asimismo, esta cifra se duplicó en siete días.
El aumento progresivo de infectados en todo el país llevó al Gobierno a extender el estado de emergencia (dispuesto desde el 16 de marzo), así como ordenar una cuarentena focalizada, a partir del 1 de julio, en las regiones con mayor índice de casos nuevos por día: Áncash, Arequipa, Ica, Junín, Huánuco, Madre de Dios y San Martín.
Culminado el plazo de esta medida, el Ejecutivo decidió extenderla hasta el 31 de agosto. Las regiones Arequipa, Ica, Junín, Huánuco y San Martín continuaron con esta medida. A ella se les sumó 20 provincias de otros 10 departamentos.
La última ampliación de la cuarenta focalizada (hasta fines de septiembre) solo contempla, en la totalidad de sus territorios, a las regiones Cusco, Moquegua, Puno y Tacna. En tanto, en el caso de Ica incluye a Pisco, Nasca, Ica y Palpa, dejando fuera a Chincha.
Optimismo de las autoridades
Esta decisión del Gobierno de no incluir a toda Ica en la cuarentena focalizada sino a cuatro de sus provincias puede entenderse de que existe un descenso en la curva de casos de coronavirus reportados en la región.
El último martes, el gobernador regional de Ica, Javier Gallegos Barrientos, mostró su optimismo tras los resultados que se han venido dando respecto a la pandemia en su región, sin embargo, indicó que aún no hay que confiarse. La autoridad dijo esto luego de que revelara que se había contagiado del COVID-19.
“Vivimos tiempos difíciles, desde que empezó la pandemia se llevó a familiares, amigos y conocidos. A Dios gracias, y al esfuerzo de nuestros guerreros, la curva empieza a descender. Mi gratitud a todos los trabajadores del sector Salud que están en la primera línea”, escribió en su cuenta de Facebook.
Ese mismo día, el reporte que emitió el Gobierno Regional de Ica daba cuenta de 41 mil 076 casos positivos de COVID-19 en la región. De ese total, 25 mil 029 eran asintomáticos, mientras que la tasa de letalidad era de 4,70%.
Lo que dicen las cifras
Desde la llegada de la enfermedad al país, Ica y Arequipa fueron las regiones del sur que más casos diarios presentaron hasta inicios de julio. Para esa fecha ambas registraban 200 casos al día. En el caso de Arequipa, el número de contagios en esta región se disparó, llegando a reportar 750 casos diarios la penúltima semana de agosto.
En cambio, el pico máximo en Ica fue a mitad agosto, cuando alcanzó los 300 contagios diarios. Luego, esta curva ha ido bajando y se está manteniendo en un poco más de 200 casos por día. Incluso, ya ha sido pasada por Cusco.
Sin embargo, si se analiza el cuadro del número de casos positivos por cada 100 mil habitantes en las regiones del sur, vemos que Ica tiene un promedio de un poco más de 2.000, y que esta curva se encuentra en alza. La región mantiene el mismo registro que Arequipa, y solo está por debajo de Moquegua (+4.000) y Tacna (+2.000).
Es decir, si bien es cierto que la curva de casos en Ica ha empezado a estabilizarse y a descender desde hace aproximadamente una semana, aún el número de contagios es alto tomando en cuenta la poca cantidad de habitantes que tiene en comparación con otras regiones del país.
Vale precisar que al cierre de esta nota, según el Minsa, en la región Ica hay 22.006 casos y 1.882 muertes por coronavirus. Sin embargo, la cifra de contagios prácticamente se duplican si se toma en cuenta la data del Gobierno Regional (43.565 casos y 1.882 decesos).
¿Por qué se han mantenido altos los índices de contagio?
El jefe de la Dirección Regional de Salud de Ica, Marco Cabrera, explicó a El Comercio que existen cuatro factores principales que aumentaron el impacto de la pandemia en la región.
“Al ser la región más cercana a Lima el impacto allí se podría ver reflejado en Ica. Lo segundo es que Ica es una región agroexportadora, y cuando llegó el virus al país en ese momento había temporada de cosecha y llegaron cerca de 120 mil personas a trabajar. También hay que tener en cuenta que Ica es una región turística y que, además, hay familias que viajan a Europa y regresan en marzo para el colegio de sus hijos”, detalló.
Cabrera señaló que como primeras acciones preventivas el gobierno regional tomó la decisión de suspender las clases en los colegios, suspender la tradicional Vendimia de Ica, así como otras medidas mientras esperaban el apoyo del Gobierno central a través de la entrega de un presupuesto y la implementación de equipos biomédicos, camas UCI, ventiladores, entre otros.
Agregó que paralelamente un sector de la población no se preocupó por respetar las estrategias de prevención. A esto se sumó el factor de la informalidad en el país y que el 35% de los médicos fueron enviados a su casa a guardar cuarentena por ser personas vulnerables.
“Un error cometido por varios países de la región fue el de pensar que se podía combatir desde el nivel hospitalario. El Estado peruano determinó que en el primer nivel de atención (postas y centros de salud) solo haya atención de emergencia”, añadió Cabrera.
A medida que pasó el tiempo se tuvo que dar un giro en la estrategia y empezar a combatir el virus desde el primer nivel de atención. “Implementamos el Plan Esperanza, con el cual convocábamos a la población con la sintomatología y a través del equipo de respuesta rápida realizamos un diagnóstico clínico. Si la prueba rápida salía positivo iniciamos el tratamiento establecido en el protocolo”, informó el galeno.
Cabrera indicó que si bien se ha logrado disminuir la letalidad y los pacientes hospitalizados no han bajado la guardia y se mantienen alerta. “Lo que nos preocupa es la información que se da a la población. Falta por parte del Estado una estrategia comunicacional que trasmita que aquí lo importante es la prevención”, refirió.
Por su parte, el decano del Colegio Médico de Ica, Julio Torres Chang, indicó a este Diario que si bien ha habido un descenso de casos en los últimos días, el número de pacientes que son atendidos en los hospitales por el COVID-19 aún es alto.
“A pesar de que se ha reducido en un 50% de la atención a pacientes covid en hospitales, actualmente la cifra de este grupo de personas es de 800, lo que no es tan bajo. Obviamente, las complicaciones de estos casos detectados se ven luego de 10 días”, comentó.
El médico precisó que la discordancia que hay entre las cifras de casos de coronavirus manejadas por el Minsa y el gobierno regional dificulta una análisis riguroso, pero que en líneas generales se puede decir que la enfermedad ha empezado a bajar su impacto en Ica. Sin embargo, señaló que existen factores que pueden favorecer a un repunte de casos si es que no se toman medidas oportunas. Estos factores, agrega, también son culpables en parte de los altos índices de contagio que la región ha presentado desde que llegó la epidemia al país.
“A pesar de que estamos en una cuarentena focalizada, cuando uno sale a la calle parece que todo estuviera normal. No hay restricción al transporte, hay comercios abiertos, no hay policías en las calles, no hay control. El decreto que dispone esta medidas señala que solo puede movilizarse personal de salud, así como trabajadores que abastecen de servicios básicos, pero eso no se ve. En un primer momento los policías pedían pase para circular a todos, incluidos a nosotros, el personal médico, pero ahora ni policías hay. Todo funciona como si fuera un día normal”, lamentó Torres.
El médico agregó que al igual que en otras partes del país, se ha visto que muchas personas, haciendo caso omiso al estado de emergencia, han organizado fiestas y reuniones sociales, donde desde luego no se ha respetado del distanciamiento social y los protocolos sanitarios establecidos. Por tal motivo, dijo que el Colegio Médico de Ica ha hecho llegar su preocupación sobre esta situación al gobernador y a la Dirección Regional de Salud.
“Hemos dialogado ahora último con el Comando Covid y propusimos que se hagan mas campañas de concientización. La gente no está entendiendo el mensaje. Se requiere mucho control por parte de las autoridades El virus nos va a acompañar aún unos meses mes, quizá no con la misma intensidad, pero un descuido puede originar nuevamente un incremento de contagios, tal y como ocurrió en Lima. Hemos visto casos de personas intervenidas en reuniones y que luego de algunas semanas fallecieron”, explicó.
Radiografía de los hospitales
El director regional de salud sostuvo que el terremoto del 2007 dejó colapsado los principales hospitales de la región, por lo que luego se construyeron algunos otros, como el Hospital Regional de Ica, el Hospital Santa María del Socorro, y el Hospital San Juan de Pisco. Sin embargo, estos establecimientos de salud necesitaban implementarse, pues en un inicio no estaban preparados para enfrentar la pandemia.
“En los primeras semanas el virus atacó fuerte el norte del país. El Estado priorizó el apoyo a Iquitos, Piura, Lambayeque, Entendimos que la prioridad era el norte del país y por eso Ica estuvo a la espera de ese apoyo”, dijo el Cabrera.
En Ica, la demanda de atención en hospitales ha sido bastante alta. Al inicio, el plan regional contemplaba disponer de tres hospitales para atender casos de COVID-19 (Chincha e Ica), sin embargo, debido al aumento progresivo se tuvo que implementar e incluir a todos los hospitales de la región, tanto del Minsa como de Essalud.
“Si se hubiera continuado solo con los tres hospitales se hubiera desbordado la epidemia aquí. Esa medida contuvo lo que se ha podido ver en otras regiones con menos hospitales. Aquí también llegaron hospitales temporales instalados por el Minsa hace casi dos meses, uno en el hospital regional de 80 camas para pacientes moderados y uno en Chincha con 70 camas”, indicó el decano del Colegio Médico de Ica, Julio Torres.
El galeno agregó que el temor de la gente de acudir a los hospitales y el esfuerzo que están haciendo las personas por conseguir su oxígeno y tratarse en su domicilio pudiera influir de cierta manera en la disminución de la demanda de atención hospitalaria. “Vemos que la demanda en hospitales se ha reducido en un 50%”, precisó el decano del Colegio Médico de Ica.
Finalmente, ambos médicos concuerdan en que en esta etapa es importante abordar el tema de la salud mental y el buen estado emocional de los pacientes que padecen del coronavirus o que ya lo han superado, así como del personal médico. “Se ha tratado de desarrollar una terapia psicológica, de apoyo, por un tema de encierro y estrés del mismo paciente. Un plan de atención psicológica de apoyo a los pacientes, pero también al personal de salud, cuyo trabajo ha sido agotador en el tiempo de pandemia”, puntualizó Cabrera.
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