Antonio Sangio asegura haber estado predestinado a dedicarse a la hipnosis. Desde niño le interesó la metafísica, una curiosidad alimentada por su padre. Gracias a él escuchó sobre la obra “Muchas Vidas Muchos Maestros” de Brian Weiss cuando era joven, pero no la leyó. No fue sino hasta el 2013 que el libro aterrizó de nuevo en sus manos luego del fallecimiento de la madre de su esposa. “Lo leí en un día y cuando lo terminé supe a lo que quería dedicarme”, relata.
Fue así como Sangio se introdujo en la hipnoterapia y la introspección. Once años después, ha realizado más de 2.000 hipnosis a pacientes de diferentes países del mundo y publicado cuatro libros. Sangio, quien vive en Estados Unidos, conversó con El Comercio sobre su labor de hipnoterapeuta como parte de su paso por Lima donde enseña sobre hipnosis como un estado de conciencia que permite tratar heridas emocionales.
—¿Cuál es tu definición sobre la hipnosis?
Es un estado alterado de conciencia que permite acceder a todo lo que está en nuestro subconsciente. Aunque no los recordamos, el subconsciente está presente y nos afecta en todo momento; por eso, está relacionado con el espíritu y alma de cada persona.
La hipnosis, en principio, es una herramienta, porque una vez que la persona se encuentra en ese estado alterado de conciencia, la hipnosis puede usarse para diferentes fines. Uno de ellos es la hipnoterapia, a partir de la guía de un acompañante. Esta es la labor que yo realizo.
—¿Cuál es el objetivo de las sesiones de hipnoterapia que haces?
Yo realizo hipnosis transpersonal. Durante las sesiones ayudo a que las personas recuerden y conecten con las emociones de aquellos traumas, sufrimientos o problemas que las aquejan. Esto me permite encontrar síntomas, es decir, el origen de ese sufrimiento. Este puede hallarse en la adolescencia, infancia, la etapa en el vientre materno o incluso en una vida pasada.
Para que la persona pueda sanar de estos eventos traumáticos, durante la hipnosis los conduzco hacia ellos para que los identifiquen y puedan completar lo que su espíritu no pudo hacer.
—¿Podrías contarnos el caso de un evento traumático resuelto?
Por ejemplo, una paciente me contactó porque tenía miedo de hablar en público, porque sentía un dolor inconsciente en la garganta cada vez que lo intentaba. En la sesión de hipnosis, conectó con un evento en el que tenía una soga alrededor del cuello y la gente la acusaba de bruja. Ella me decía que no se veía como una bruja, sino como una curandera con hierbas en la mano.
Lo que ocurrió fue que la paciente había revivido una experiencia de una vida pasada, instalada física y emocionalmente en el espíritu que había reencarnado en ella. Pero esta vez sí pudo defenderse.
—Entonces, ¿qué resultado tienen las sesiones de hipnosis que realizas?
Que los pacientes logren su despertar espiritual para que reconozcan quiénes son y encuentren el propósito de su vida. Al reconocer y resolver sus traumas y problemas, entienden que no son víctimas, sino que son el resultado del cúmulo de experiencias en vidas pasadas. Es con ellas que todos asistimos a este mundo.
Comprender esto nos empodera y da la responsabilidad de tomar las riendas de nuestra vida. Por eso, las sesiones de hipnosis nos ayudan a encontrar las piezas que nos faltan para estar completos espiritualmente.
—¿Cuáles son los principales mitos sobre la hipnosis?
En primer lugar, en ningún momento el paciente está dormido o pierde la conciencia. Además, no se le pide que actúe contra su voluntad, ética o valores.
La persona hipnotizada tiene control sobre lo que pude hacer. Es totalmente segura.
Al despertar, podrá recordar todo, parcialmente o nada. Esto depende de varios factores, incluidos las sugestiones del hipnotizador y las experiencias traumáticas.
El espíritu y el alma: definiciones desde la hipnosis
Luego de estos primeros pasos recorridos por la senda de la introspección y el autoconocimiento, vale la pena detenerse a pensar qué es alma y qué es el espíritu, y cómo cada uno puede explicar lo que somos y lo que fuimos. Sangio nos brinda algunas respuestas al respecto desde el campo del hipnotismo.
—¿A qué te refieres cuando hablas del espíritu?
El espíritu es una energía con conciencia e inteligencia propia que habita el mundo espiritual. Este puede reencarnarse en cuerpos diferentes.
Todo está en el espíritu. Todos los problemas, enemigos y asuntos pendientes de las vidas pasadas que hemos tenido están en el espíritu a nivel físico, emocional y mental. Para trabajar en ellos, necesitamos hacer un viaje al interior de nuestro espíritu y esto se logra mediante la hipnoterapia.
Además, la finalidad de cada espíritu es la evolución, que se logra a través de dos herramientas: la reencarnación y el sufrimiento.
—Entonces, ¿qué es alma?
El alma es un espíritu encarnado. Cuando un cuerpo fallece, sale el espíritu y reencarna en otro cuerpo, trayendo consigo los traumas, preocupaciones y heridas físicas, y las recrea en un nuevo cuerpo.
—¿Pero cómo es posible que las emociones, ansiedades y temores que nos abruman correspondan a una vida que ocurrió hace muchos años?
Porque ni el alma ni el espíritu entienden de tiempo, son atemporales. Tengamos en cuenta que el tiempo lineal que los seres humanos conocemos es solo una ilusión, un constructo. Entonces, para el espíritu, esos eventos traumáticos no han sido resueltos y también nos afectan ahora.
Es así que se manifiestan como síntomas físicos o emocionales en lo que conocemos como nuestro presente.
Curso de hipnosis introspectiva
Sangio dictará cursos de hipnosis introspectiva “desde cero” del 24 al 29 de agosto en San Isidro. Los interesados pueden escribirle a su correo info@antoniosangio.com o a su cuenta de Instagram @antonio.sangio.
″Quiero transmitirles mi conocimiento, que comprendan la importancia del despertar espiritual y que entiendan que somos espíritus en proceso de evolución encarnados en diferentes cuerpos. No somos víctimas: todo lo que nos ocurre se debe a las elecciones que hemos tomado o a las cosas que hemos hecho anteriormente y que podemos descubrir”, afirma.