A fines de marzo, pacientes, activistas y expertos realizaron un plantón frente al Ministerio de Salud (Minsa) para exigir que se incluya nuevos tratamientos orales y de menor duración para tratar tuberculosis multidrogo resistente (TB-MDR).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta se da cuando el bacilo de la tuberculosis se vuelve resistente a la isoniazida y la rifampicina, los dos fármacos más potentes para tratar la enfermedad, volviéndolos ineficaces.
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Perú es el segundo país de Latinoamérica con más casos de tuberculosis y el primero con más casos de TBC resistente. Pese a ello, la Acción Internacional para la Salud (AIS), a través de un informe, advierte que, en el Perú, esta enfermedad se encuentra al margen de los tratamientos efectivos que existen.
La Unidad de Periodismo de Datos tuvo acceso al informe donde se identifica que los pacientes con TBC resistente reciben terapias que incluyen hasta 11 tabletas de medicinas y un inyectable al día. El tratamiento, que se encuentra dividido en dos fases, tiene una duración de entre 18 y 24 meses.
Javier Llamoza, investigador investigador de la AIS, explica que estas altas dosis por un tiempo tan prolongado resultan muy tóxicas para los pacientes, lo que ha ocasionado en algunos efectos adversos como la pérdida del oído y de la vista. Además, Llamoza advierte que el esquema actual tiene un bajo índice de curación, que apenas se encuentra entre el 30% y 50%.
No recomendado
A pesar de que la OMS no recomienda que la kanamicina se incluya en el tratamiento de pacientes con TB-MDR, que siguen esquemas alargados, este inyectable sí se aplica en el Perú. “La ampolla es tóxica. Si bien, toda la terapia alargada resulta toxíca, la ampolla tiene efectos adversos más evidentes como la sordera”, sostiene Llamoza.
El experto explica que una tableta se digiere en el estómago, mientras que la ampolla va directamente a la sangre en concentraciones más altas.
Otras alternativas
Existen nuevos fármacos como bedaquilina, delamanid y pretomanid. El tratamiento con este último puede curar la enfermedad en tan solo seis meses.
No obstante, ninguno de estos fármacos son cubiertos, dado que no se encuentran en el Petitorio Nacional Único de Medicamentos Esenciales (PNUMED), encargado de cubrir fármacos para el 95% de enfermedades del Minsa. Este no se actualiza desde el 2018.
Llamoza explica que el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI) del Seguro Social de Salud (EsSalud), las evaluaciones, por norma, tienen vigencia de dos años. “Es una evaluación que se hace en el momento, pero se debe considerar que constantemente se genera nueva información, que lleva a modificaciones”, sostiene el experto.
Por el contrario, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Minsa, no tiene una fecha establecidad para realizar sus actualizaciones.
Consultados sobre la actualización, el Minsa explicó, a través de un formulario, que se está trabajando en una actualización del petitorio con un comité multisectorial que próximamente debe terminar la nueva propuesta.
El Minsa también explicó que se está actualizando la Norma Técnica para el tratamiento de tuberculosis, que incluye la implementación de dos esquemas de tratamiento para TB resistente, el esquema oral acortado (EOA) y el esquema oral prolongado (EOP). “El esquema con inyectables (ECI) está pasando a ser de uso temporal. Esto aún está en proyecto”, informaron a este Diario.
En abandono
Pretomanid tampoco se ha incluido en el proyecto para la nueva Norma Técnica. Esta se está elaborando desde el 2021 y hasta la fecha no se ha publicado. “Nosotros pedimos que el Minsa tome en serio nuestra salud. Tenemos una dirección de prevención y control que, en realidad, no implementa nada”, asegura Jesús Alva, representante nacional de las PATs ante la Coordinadora Nacional Multisectorial de Salud (Conamusa).
Según explica, no se han tomado acciones concretas para mejorar la adhesión de los pacientes a las terapias. En la pandemia muchos pacientes abandonaron el tratamiento debido a que este se entrega en los centros de salud, que fueron cerrados. La resistencia puede darse precisamente por el mal manejo del tratamiento y por la transmisión de persona a persona.
El presupuesto modificado para TBC/VIH también ha tenido una reducción de casi 40 millones de soles. La más grande de los últimos cinco años.
“Las consecuencias de este abandono ya se ven en el aumento de casos resistentes”, advierte Alva.
Después de publicado el informes, el Minsa trasladó información en el que detalló que “en referencia al esquema de tratamiento actual que reciben los pacientes con tuberculosis resistente, desde las emisiones de la nueva clasificación de medicamentos y recomendaciones de la OMS (2020), se está discontinuado el uso de inyectables como Kanamicina (Km) y Capreomicina (Cm) en todo el país”. Según explicaron, no se han programado compras de dichas ampollas. Sin embargo, sí han considerado como alternativa, ante la necesidad de incluir un inyectable de segunda línea, Amikacina (Am) en los casos en los que sea necesario.
Con respecto al uso de nuevas terapias, el ministerio sostiene que la experiencia del país con drogas antituberculosis (Bedaquilina, Delamanid, Linezolid) presenta muy buenos resultados en el tratamiento de tuberculosis resistente y extremadamente resistente, lo que se puede ver tras alcanzar un éxito de tratamiento del 85,2%. Estos tratamientos duran entre 18 y 24 meses.
Por último, afirmó que se ha iniciado un proceso de actualización de la Norma técnica, que incorpora cambios en favor de la población de afectados en el país. “La actualización incluye, en lo referente a tratamiento de tuberculosis resistente, ampliar el uso de Bedaquilina y los nuevos medicamentos de forma progresiva en el país para los casos de tuberculosis resistente, tanto en adultos como en niños”, aseguraron.