Romi Infantas, la alcaldesa más joven del Perú que es puesta a prueba por la pandemia

Esta nota fue publicada originalmente el domingo 30 de agosto. Horas después de la publicación, en la tarde, el alcalde de Cusco, Ricardo Valderrama, falleció a causa del COVID-19 en el hospital de Hospital Nacional Adolfo Guevara de Essalud en la Ciudad Imperial.

Cuando Romi Carmen Infantas Soto asumió temporalmente la alcaldía provincial de Cusco el pasado 25 de julio, el sistema hospitalario de la región ya se encontraba a poco del colapso, pues los casos de COVID-19 bordeaban los 7.200. A la fecha, los contagios alcanzan los 27.334, mientras que la cifra de muertes es de 660.

La joven de 25 años se ha convertido en la segunda mujer en asumir la alcaldía de Cusco. La primera fue Marina Sequeiros (2007 y 2008), quien en su segundo año de su mandato fue vacada por nepotismo. Tuvo que pasar poco más de una década para que la Ciudad Imperial nuevamente sea representada por una autoridad femenina.

En lo que va del actual periodo de gestión edil (2019-2022), tres personas han asumido el rol de alcalde de Cusco. El primero de ellos fue Víctor Boluarte, elegido como burgomaestre en las últimas elecciones municipales y regionales. Sin embargo, cerca del fin de su primer año en el cargo, fue sentenciado por el Poder Judicial a un año de prisión suspendida por fraude contra la administración de personas jurídicas en perjuicio del Colegio de Abogados. Ante este hecho, el Jurado Nacional de Elecciones decidió suspenderlo.

El sillón municipal recayó entonces en el primer regidor Ricardo Valderrama. Sin embargo, luego de hacerse una prueba molecular, el 24 de julio se conoció que había contraído la enfermedad. Es así que hasta que se recupere Valderrama, Romi infantas ha asumido el reto de la alcaldía provincial de Cusco, en medio de una pandemia que la pone a prueba.

“Ser alcaldesa en esta situación es bastante complicado”, comenta Romi infantas a El Comercio. La joven alcaldesa sabe que a una autoridad se le mide por sus obras, pero todo dentro de un contexto “normal”. Gobernar acompañada de un panorama de crecimiento de contagios y muertes de sus paisanos, sostiene, es un reto difícil.

“No puedo pensar en hacer grandes obras, grandes proyectos. Es un periodo transitorio, tengo muy poco días al mando del municipio y espero la pronta recuperación de nuestro alcalde. Sin embargo, tenemos que darle grandes soluciones a grandes problemas. Me siento capacitada de poder hacerlo. Que vengan los retos. Son asumidos con la mayor responsabilidad y sobre todo compromiso, entrega y capacidad”, dijo infantas a más de una semana de asumir la alcaldía.

Acciones para combatir a la pandemia

El coronavirus se convirtió en la prioridad dentro de la agenda de todas autoridades del país. Las decisiones que se toman, en su mayoría, están guiadas por cómo se enfrentará este problema que ya es parte del día a día. Para Infantas la reactivación económica es importante, pero sin salud no hay economía. Por ello, resaltó, la salud pública es la prioridad.

“Los problemas se han maximizado. Estamos en medio de una crisis que no solo es sanitaria. Nuestra prioridad es salvaguardar la integridad y salud de la población. Los focos infecciosos son generados por nosotros mismos, al momento de no percibir los ingresos económicos como antes, muchos están optando por salir a las calles a vender, otros optan por ser taxistas informales. Todo esto son problemas con el que veníamos luchando para poner orden. Ahora se han maximizado, pero entendemos la razón, estamos en una coyuntura bastante complicada”, señaló.

Desde que la ciudad salió de la cuarentena nacional a fines de junio, los contagios han crecido exponencialmente y la capacidad hospitalaria ha sido rebasada.

La medida inmediata que tomó Romi Infantas para hacer frente al crecimiento desmedido de casos de coronavirus fue exigir al Gobierno central la intervención inmediata de la región cusqueña, y así evitar un colapso a mayor escala. Sin embargo, los documentos enviados y reuniones con congresistas no trajeron ninguna respuesta favorable.

Otra estrategia llevada a cabo implicó a los demás integrantes del comando COVID, con quienes pidió a la PCM que incorporara a Cusco en una cuarentena seca regional, a fin de aplanar la curva de contagios. Sin embargo, el Gobierno optó por la cuarentena focalizada por todo agosto y solo en las dos provincias con más casos (Cusco y La Convención). A la fecha, esta medida tampoco está funcionando. La cuarentena rígida regional desde el 10 de agosto es la salida definitiva que propone junto al comando COVID al Ejecutivo.

Un mensaje del que se esperaba más

Para el 28 de julio, Romi infantas esperaba un discurso presidencial descentralizado, enfocado en la pandemia en regiones. Pese a todo, la demanda que hace la alcaldesa al Gobierno se mantiene en pie.

“Nosotros hemos pedido intervención inmediata del Gobierno, la presencia de un ministro. Se tiene que ver la situación de todas las provincias, todas tienen una realidad particular. Seguimos en pie con nuestra propuesta, que los ministros estén aquí para tomar decisiones concretas en salud. Desde Cusco exhortamos a que se trabaje directamente con el Gobierno central para salvaguardar la vida de los ciudadanos”, agregó Infantas Soto.

Con las armas que hay a disposición, y a su corta edad, la alcaldesa sigue trabajando en gestionar la crisis y prefiere ignorar los comentarios contra ella. Asegura estar enfocada en demostrar su capacidad con trabajo. “Las palabras sobran cuando las acciones abundan”, puntualizó la actual alcaldesa provincial de Cusco.

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