La extracción ilegal de oro en la provincia cusqueña de Quispicanchi, que se realiza bajo la fachada de pequeña minería –tal como lo comprobó este Diario en diciembre pasado, días antes de la interdicción a las minas La Cumbrera y Qori Auquilla–, fue rechazada ayer por miles de peregrinos del Señor de Qoyllur Riti.
Tras una multitudinaria marcha por las principales calles del Cusco, que terminó con la instalación de una mesa técnica de diálogo regional, los dirigentes de los feligreses exigieron la nulidad de las concesiones para extracción aurífera, otorgadas en el territorio donde anualmente se desarrolla la tradicional festividad religiosa: cerca del nevado Ausangate, en el distrito de Ocongate.
“Si en tres meses no anulan las concesiones mineras otorgadas en el área intangible del santuario del Señor de Qoyllur Riti, vamos a realizar un paro indefinido”, aseveró Norberto Vega Cutipa, secretario del Consejo de Naciones del Señor de Qoyllur Riti. Este órgano agrupa a más de cien mil peregrinos de la tradicional festividad, declarada Patrimonio Cultural de la Nación (2004) y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (2011).
Un reciente informe de la Oficina de Coordinación de Catastro y Saneamiento Físico Legal de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, al que tuvo acceso El Comercio, precisó que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) –adscrito al Ministerio de Energía y Minas– otorgó el título de concesión minera metálica denominado Noé 2013, ubicado en el distrito de Ocongate, en Quispicanchi.
Este se encuentra “parcialmente superpuesto a la delimitación del paisaje cultural del santuario del Señor de Qoyllur Riti”, según el documento.
Esta concesión sería apenas una de las 85 que se han dado en Quispicanchi, agregó Sabino Villafuerte, otro de los dirigentes de los peregrinos.
“Seis de las concesiones están afectando la zona intangible del santuario, que tiene un terreno total de 3.641 hectáreas. Este espacio ha sido vulnerado ante la pasividad de las autoridades”, se lamentó.
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