En las últimas tres semanas, la tercera ola de COVID-19 ha mostrado un marcado descenso en el país. El promedio de contagios diarios disminuyó desde una cifra récord de 44 mil observada a finales de enero hasta casi 10 mil en la actualidad, según el Portal Datos Abiertos del Minsa. Esta cifra representa una caída del 77% con respecto al pico observado días atrás, pero aún es similar al nivel más alto de la segunda ola de la pandemia.
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La menor transmisión del virus también se observó en la baja positividad de pruebas moleculares. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), este indicador descendió de un 41,9% hasta un 17,25% durante el mismo período. Ambas variables tuvieron un efecto en el descenso de la curva de fallecidos diarios, que durante la última semana tuvo un punto de inflexión, pasando de 200 a 162 víctimas mortales al final de cada jornada.
El sábado, el Ejecutivo publicó el Decreto Supremo N° 015-2022-PCM, con el cual modificó los niveles de alerta por provincia frente al coronavirus. En Lima Metropolitana, que representa más de la mitad de casos y fallecidos diarios, el nivel de alerta pasó de “alto” a “moderado”. Con esta medida, el aforo subió a 80% en centros comerciales, supermercados, restaurantes, entre otros.
En bajada
¿En qué fase se encuentra ahora la pandemia, marcada por la presencia de la variante ómicron? Para el ingeniero electrónico y analista de datos, Rodrigo Parra, el país estaría camino al fin de la tercera ola debido a una disminución simultánea de los principales indicadores de la enfermedad. Resalta que además de la bajada en casos y fallecidos, la ocupación hospitalaria también ha empezado a descender.
“Las camas hospitalarias han comenzado a bajar desde el 22 de enero. Es un descenso muy marcado y a la misma velocidad con la que subió. En UCI el punto de inflexión empezó el 6 de febrero con una ocupación pico de 1,399 camas y ha empezado a descender levemente de forma menos notoria que la hospitalización”, explica.
La fase de impulso y la reducción de la tercera ola fue mucho más rápida que en las dos anteriores debido a que tuvo una pendiente casi vertical. El período de subida de contagios hasta el nivel máximo solo tomó 27 días, un lapso más breve que el observado en la primera (119 días) o la segunda (173 días). Lo mismo sucedió con el tiempo de descenso [ver interactivo].
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¿Qué zonas del país fueron las más impactadas? Si bien actualmente todas las regiones registran una marcada disminución de casos, el auge de la tercera ola se sintió más en Lima Metropolitana, Arequipa, Ica, La Libertad y Lambayeque. En todas estas regiones, hacia finales de enero, los casos diarios aumentaron hasta en un 290% respecto al pico de la segunda ola. La mortalidad reportada en la capital alcanzó los 70 decesos diarios, casi la quinta parte de lo reportado durante la segunda ola.
Parra agrega que la proporción de decesos también aumentó en Arequipa, Cusco y Huancavelica, mientras que en Puno todavía se observa una tendencia ascendente de víctimas.
“Arequipa que venía aumentando en las dos últimas semanas está mostrando un punto de inflexión, pero todavía no es un descenso. En Puno ya está alcanzando un 60% el pico de la segunda ola, crece de manera lenta, es la última que parece no está frenando. El efecto de que tan rápido disminuyan los fallecidos va a depender de la capacidad hospitalaria o de UCI en este caso”, sostiene el analista.
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