La Contraloría General de la República detectó que el Ejército, a través de la empresa estatal Fábrica de Armas y Municiones (FAME), compró 10.000 fusiles israelíes de asalto de modelo Arad 7, pero este armamento solo tiene una garantía de solo dos años, cuando los requisitos técnicos exigen 12 años o 120 mil tiros por arma.
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Las dudas sobre esta compra iniciaron a finales del año pasado porque las pruebas no se realizaron en el Perú sino en Israel, por lo que en noviembre del 2023 el titular del Ministerio de Defensa, Jorge Luis Chávez, fue citado a la Comisión de Constitución del Congreso, donde manifestó que se solicitó la intervención de la Contraloría General de la República para la acción de control correspondiente.
Ahora, una investigación de La República señala la irregularidad de la compra que alcanzó los US$27 millones (S/103.740.000), realizada a la compañía Israel Weapon Industries. Además, se indica que en las instalaciones de FAME ya se inició el proceso de ensamblaje de los fusiles.
“A partir de noviembre iniciamos el servicio de control tanto al Ejército como a la empresa (...). La ficha técnica de esta adquisición establecía una garantía mínima de 12 años, pero en agosto del año pasado se dio una variación de 12 a 2 años. De toda la revisión documentaria no se ha encontrado una justificación y estamos a la espera de la respuesta del Ejército, hasta el 29 de enero, para que el Ejército realice las acciones correctivas”, indicó a Canal N Smith Flores, Subgerente de Control del Sector Seguridad Interna y Externa de la Contraloría.
Cuando se efectuó el contrato entre la empresa israelí y FAME, el presidente de esta entidad era el actual comandante general del Ejército, el general César Briceño Valdivia.
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