Cerca de 3.000 personas, entre hombres, mujeres y niños, transitaron unos 8.5 kilómetros del gran Camino Inca (Qhapaq Ñan) correspondiente a territorio de Puno. Se trató de la V Caminata Regional y III Internacional por el Qhapaq Ñan, actividad cumplida el sábado pasado, que programa anualmente el Ministerio de Cultura en coordinación con diversas entidades locales.
Esta vez el recorrido fue por el tramo o sección Laro-Nicasio del Qhapaq Ñan, situado al norte del territorio puneño, o también conocido como zona quechua. Las dos anteriores versiones de este recorrido, cumplidas en Puno, fueron en el sector aimara.
“La verdad nosotros mismos no sabíamos que por esta pampa atravesaba el Camino Inca y mucho menos nuestros hijos. Con esta actividad ahora lo valoraremos y cuidaremos mucho más”, refirió, durante la caminata, una joven madre de la zona.
Conforme lo reconoce Rodrigo Ruiz Rubio, coordinador de Participación Comunitaria del Proyecto Qhapaq Ñan-sede Nacional, la población del distrito de Nicasio, en la provincia de Lampa, no conocía esa ruta como parte del Qhapaq Ñan, pero sí como un camino para llegar a otras zonas del altiplano como la ciudad de Puno o, por el norte, hacia el Cusco.
La diferencia de la sección Laro-Nicasio es que el camino atraviesa una planicie que en temporada agrícola está rodeada de cultivos. En otras secciones, generalmente situadas en cerros o laderas, el camino tiene muros laterales de piedra superpuestos sin argamasa; y en algunas áreas presenta mampostería de piedra laja o canto rodado, sobrepuestos en la tierra.
Por esa razón, para muchos residentes y delegaciones visitantes (hubo una chilena), la caminata fue diferente en comparación a otras secciones del mismo altiplano puneño. Según el criterio del alcalde provincial de Lampa, Ciriaco Días Aréstegui, quien participó en la marcha, esta sirvió para conocer la ruta, valorarla y protegerla en adelante.
También participaron en la caminata (desarrollada entre cánticos, música de sicuris y danzas originarias de la zona) estudiantes de tres universidades locales, vecinos de distintas provincias de Puno.
Para los organizadores, las caminatas anuales que se cumplen en diferentes secciones o tramos son parte del proyecto Qhapaq Ñan, que busca revalorar el sistema vial andino no solo como un camino sino también a través de las costumbres de los lugares que atraviesa, los complejos arqueológicos y otros aspectos.
Durante la caminata por la sección Laro-Nicasio, los residentes de la zona mostraron sus costumbres en la siembra de papas con la antigua chaquitajlla, la fiambrada y sus danzas nativas.
El proyecto Qhapaq Ñan o Camino Inca es un sistema de caminos longitudinales y transversales que une la Cordillera de los Andes integrando diversos pisos ecológicos, así como pueblos de la sierra con la costa y selva, transportando productos, costumbres e ideas.
El sistema vial andino, conocido como Qhapaq Ñan, es una extensa red de caminos que fue consolidado por los incas a lo largo y ancho de la Cordillera de los Andes, uniendo seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
En el caso de la región Puno, se tienen identificadas plenamente nueve secciones que comienzan en Desaguadero y terminan en el sector La Raya, en el límite con el Cusco. Falta integrarse otras secciones o tramos que conducen hacia distintas direcciones como la selva de Puno.
La siguiente caminata, a realizarse el 2020, planeada por el proyecto Qhapaq Ñan, que depende del Ministerio de Cultura, volverá a ser en la zona aimara y se desarrollará entre los distritos de Desaguadero y Zepita, en la provincia de Chucuito.