El regreso de Gregorio Santos a Cajamarca tras permanecer 25 meses en el penal Ancón I, en Lima, ha dividido a la población de esta región. Si bien el gobernador electo fue recibido con algarabía por miles de simpatizantes el miércoles pasado, otros sectores, como el empresarial, ven con preocupación su retorno por su posición “ultraizquierdista”, como él mismo la califica.
En los últimos cinco años, casi desde que se inició la explosión del ‘fenómeno Conga’, como llaman los cajamarquinos a la protesta contra el proyecto minero en la que participó Santos, el nivel de empleabilidad en Cajamarca ha caído entre 1 y 3 puntos porcentuales, sobre todo en el sector minero y el de servicios, según la Cámara de Comercio de Cajamarca.
“El futuro de Cajamarca es incierto. Uno, porque no sabemos si Gregorio Santos retornará al gobierno regional; dos, porque, según los discursos que dio el miércoles, regresa con una idea radical de no permitir la inversión [privada]”, dice Emperatriz Campos, presidenta de esa institución.
Campos opina que las autoridades de esta región deberían tender puentes con el gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski. El pasado 16 de julio, cuando Santos aún estaba en prisión preventiva, varios funcionarios de su entorno se reunieron en Lima con Kuczynski (quien todavía no asumía el cargo de presidente). Hubo acuerdos preliminares para que el ahora jefe del Estado visite Cajamarca en el transcurso de este mes.
“Humala nunca visitó la ciudad de Cajamarca y no se puede generar más distancia con el Ejecutivo. Necesitamos una plataforma de búsqueda de diálogo y paz social”, agrega la empresaria.
Para el empresario y ex candidato al Congreso por Peruanos por el Kambio (PPK) Fernando Silva Martos, el retorno del fundador del Movimiento de Afirmación Social (MAS) a Cajamarca desaceleraría aun más la recuperación económica de su región por la actitud confrontacional que muestra. “Cajamarca es una gran familia que necesita trabajo y desarrollo”, dice Silva.
—Polos opuestos—
El consejero por la provincia de Cutervo y militante del MAS Máximo León admite que Cajamarca está polarizada. “Hay un grupo de la sociedad que apoya a Gregorio Santos a través del MAS y otro que tiene propuestas diferentes de desarrollo para Cajamarca, especialmente la capital de región”, comenta.
León explica por qué el gobernador electo tiene más apoyo del sector rural que urbano. “Gregorio es campesino, comunero, y busca reivindicar al poblador de esta condición. No olvidemos que Cajamarca es mayoritariamente rural, un área abandonada por las autoridades”.
Así lo entiende el sociólogo y docente de la Universidad Nacional de Cajamarca Pedro Sánchez, quien considera que la postura política de Santos es “intransigente”.
“Para los sectores que proponemos un crecimiento de la economía, su permanencia significa la presencia de una persona intransigente que no tiene una idea clara sobre cuáles son las herramientas que hay que mover para el desarrollo de esta región. Para quienes están en contra de la minería, probablemente significa un liderazgo con miras a una confrontación mayor”, señala Sánchez a El Comercio.
Días después de su retorno a Cajamarca, fuentes del MAS indicaron que Santos ha cancelado todas sus actividades proselitistas por recomendación de su médico, tras la reciente parálisis facial que sufrió.
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— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 7 de agosto de 2016
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