Tras la confirmación del segundo caso de coronavirus en Arequipa, se vivió momentos de caos y desorden en los supermercados y mercados que fueron abarrotados por decenas de personas, a fin de comprar de manera desmedida alimentos, artículos de limpieza y papel higiénico.
Las autoridades invocaron a la ciudadanía a mantener la calma con el objetivo de no provocar el desabastecimiento de productos ni la especulación de los precios de los alimentos a raíz de la elevada demanda. “Quiero reiterarle a la población que mantenga la calma, esas actitudes de ir a los supermercados a comprar sin control no contribuye a nada”, declaró el alcalde provincial de Arequipa, Omar Candia Aguilar.
Añadió que la masiva compra de productos solo afectará a las familias que no tienen el suficiente poder adquisitivo para obtener alimentos para varias semanas.
Recordó la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que precisa que el Covid-19 no es una enfermedad letal.
“El nivel de mortalidad es de 2.5%, en promedio. Habrá personas que porten el virus, pero no lo sabrán porque su sistema inmunológico lo afrontará de manera correcta y solo tendrán pequeños y leves problemas de salud”, explicó.
Intervención de la fiscalía
En tanto, el presidente de la Junta de Fiscales Superiores, Franklin Tomy López, informó que la Fiscalía de Prevención del delito intervendrá, en coordinación con Indecopi, para evitar la especulación de los precios en los mercados.
“Está bien que estemos en una libre economía de mercado, pero eso no da pie para que se incrementen a gran escala los precios de los productos”, declaró.
Aumento de precios
Los comerciantes pidieron que las autoridades emprendan acciones para evitar el desabastecimiento.
“Los productos se elevaron en 60% en el caso de los abarrotes, mientras que verduras y frutas se mantienen igual”, indicó el presidente del mercado mayorista de Río Seco, Cristóbal Huayapa Mamani. En esa zona las personas hicieron largas colas para adquirir los alimentos, ocasionando que en pocas horas algunos locales quedaran vacíos.
Al otro lado de la ciudad, en José Luis Bustamante y Rivero, encontramos a Javier Tobar, quien se encontró con largas colas y falta de productos cuando quiso hacer las compras para su pequeña tienda. “La gente está con miedo por el coronavirus y ahora los comerciantes han elevado los precios, lo cual es perjudicial para nosotros”, indicó.