“Hay nueva tecnología, pero lo tradicional es el alma del arte”

Agripino Huamán, de 68 años, está orgulloso de su trabajo. El talento, considera, es fundamental para realizar piezas valiosas. También la confianza en uno mismo, el esmero y la paciencia. Su taller de orfebrería Huaqui Visión se ubica en el 353 de la calle Sucre, en su natal Ayacucho. Ahora que ganó el más reciente Concurso Nacional Plata del Perú se espera que mucho más público acuda a visitarlo.

— ¿Cómo aprendió el oficio?
Empecé muy joven. Aprendí en la escuela artesanal Joaquín López Antay, en la ciudad de Huamanga. Con el transcurso del tiempo, perfeccioné y mejoré mis habilidades. Además, me capacité en eventos y talleres, y tuve la suerte de hacerlo en distintos lugares del Perú.

— ¿Su familia también se dedica a la artesanía?  
Mis hijos me apoyan en las labores que realizo. Ellos están muy entusiasmados con este premio y creo que con esta alegría se van a concentrar en este trabajo, que también realizan. Tal vez mejoren el taller para poder seguir avanzando.

— ¿Usted les enseñó cómo trabajar la plata?
Los hijos de los artesanos, desde niños, aprenden el oficio del papá. Hay hijos que han superado al padre. Debe ser así: que el alumno supere al maestro, quien debe sentirse contento porque ha dado un fruto bueno.

— ¿Le gustaría que sus hijos continúen con el trabajo que usted realiza?
Sería una gran satisfacción para mí, porque la inversión que he hecho para aprender y conducir mi pequeño taller tendría un futuro. Tengo la esperanza de que se continúe por generaciones con ello.

— Que trascienda...
Creo que lo descubierto y avanzado en el oficio puede ser útil para mucha gente. Cada vez se perfecciona el trabajo, cada generación lo cambia y lo mejora.

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