Ha pasado más de un año desde que Adriano Pozo Arias fue grabado agrediendo de manera brutal a su entonces pareja, Arlette Contreras, en un hotel en Ayacucho. El sujeto, desnudo, la golpeó y la arrastró por el suelo en un momento en el que él asegura que se sentía frustrado.
"Me frustré totalmente. En el hall del hotel ella decía 'Me quiere matar y violar'. En ningún momento le había manifestado eso", dijo Adriano en la que fue su primera entrevista luego de haber sido sentenciado a un año de prisión suspendida en una cuestionada decisión de una jueza de Ayacucho.
"En ese instante quería saber por qué me confundió con otra persona por tercera vez", añadió Pozo Arias quien señaló que él sufría de algún tipo de dependencia emocional para justificar su violenta reacción.
En los exámenes psiquiátricos que se le practicaron durante el juicio, se detectó que Adriano Pozo, a sus 25 años, tenía una personalidad límite o 'borderline'. "Mi enfermedad nunca ha sido un peligro para la sociedad (...) Tengo dependencia emocional. No es como ella quiere que parezca, no soy un monstruo o un peligro".
Arlette Contreras denunció a Adriano Pozo por tentativa de violación y feminicidio, pero los jueces de Huamanga María Pacheco Neyra, Nazario Turpo Coapaza y Édgar Sauñe de la Cruz, evaluaron como delito las agresiones leves que consideró que sufrió la joven modelo.
- Se victimiza -
Para Pozo Arias, Arlette no debería ser considerada como un ícono de la marcha #NiUnaMenos que se llevará a cabo el próximo 13 de agosto. "Ella, al haberme confundido varias veces y generado inestabilidad, me agredió emocionalmente. Si bien ha sido víctima, no se puede aceptar que una persona mienta tanto para su propio beneficio y use la figura de la violencia desproporcionadamente", comentó en su entrevista a la revista Caretas desde su casa en Huamanga, Ayacucho.
A pesar de desacreditar las acusaciones en su contra, Adriano Pozo comentó que consideraba un "error gravísimo" el haber agredido a Arlette. "Quizá en este instante sea una de las personas más repudiadas del Perú. Está bien que me juzguen y debo asumir las consecuencias de mis actos", concluyó.