La última Encuesta Residencial de Servicios de Telecomunicaciones (Erestel) reveló que más del 90% de los hogares peruanos cuentan con teléfonos móviles inteligentes. Es la primera vez que un equipo TIC supera al televisor y, aunque la tecnología cambió, la caja hipnotizadora fue reemplazada por una más pequeña.
Solo basta con levantar la mirada por unos instantes para conocer esta nueva forma de interacción social: personas agachadas, deslizando sus dedos por una pantalla cada vez más delgada que separa su cuerpo físico del contenido que aún no terminan de ver y ya cambiaron por otro. Humanos buscando ver más, pero sin terminar de ver nada.
Pero hay un momento interesante: cuando algunos se animan a participar de la corriente de contenido y prenden la cámara para grabar un video o tomar una foto, en ese instante observan, encuadran e, incluso, en algunos casos, interactúan con los elementos que paradójicamente la cámara de sus teléfonos les incita a acomodar y tocar: “volver a sentir”.
Según la filósofa Susan Sontag, todo aquello que fotografiamos es importante para nosotros. Eso que encuadraste, grabaste y compartiste es importante para ti. Yo siempre digo: “Muéstrame tu galería y te diré quién eres”. Les invito a abrirla y sorprenderse al reconocer las cosas que más les parecen importar.
Aunque los teléfonos parezcan una prisión sin salida, hay una ventana por la que podrías asomarte a mirar. Tengo fe en esa herramienta que ejercita la mirada y revela algo: una cosita. ¿Qué cosa es?