Luz Mireya Pío Trujillo

La importancia de ser parte del de un niño menor de 5 años es crucial, ya que dependerá de las oportunidades que le brindemos para impulsar sus habilidades durante esta etapa. Es esencial que los adultos acompañen este proceso con compromiso, permitiendo que el niño protagonice su experiencia de aprendizaje. ¿Qué ocurre con aquellos padres que desconocen que el espacio, objetos y juguetes juegan un rol importante en el desarrollo?

Uno de los errores comunes es colocar al niño en un andador o corral para el beneficio del adulto. La idea de que el andador ayuda al niño “a aprender a caminar” es errónea. El niño necesita ser consciente de la fuerza de su cuerpo para sostenerse autónomamente. Ponerlo en un andador impide que explore esa capacidad y dificulta su coordinación motora: si no tiene posibilidades de moverse libremente, no podrá explorar ni expresarse, lo que impedirá su desarrollo.

En cuanto al adulto, es frecuente observar que se utilicen dispositivos como el celular o la televisión para entretener al niño durante las comidas. Exponer al niño a pantallas puede irritar sus centros nerviosos y afectar su capacidad para conciliar el sueño y su desarrollo social y cognitivo. Por lo tanto, se debe limitar el uso de estos dispositivos, ya que el niño necesita interactuar con los demás y estar en constante movimiento.

Los adultos tenemos una gran responsabilidad en el desarrollo de los desde casa. Es vital brindarles seguridad para que se sientan capaces de lograr sus objetivos de manera autónoma. Todas las oportunidades que les demos a los niños deben facilitar su desarrollo integral.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Luz Mireya Pío Trujillo es estudiante de Educación Inicial en la UPCH

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