En el Perú, los bancos son fundamentales para el desarrollo económico y social, actuando en áreas como la generación de ingresos, empleo, canalización de recursos y mitigación de riesgos económicos.
Las inversiones de bancos fomentan la generación de puestos laborales en diversos sectores. En el 2023, los bancos aumentaron el crédito total en un 12%, apoyando la creación y expansión de empresas, y contribuyendo al crecimiento del PBI, que se proyecta en un 2,5% para el 2024. Las inversiones de estas instituciones también impulsaron la creación de empleos, con el sector financiero y de seguros representando el 4,8% del PBI en el 2022.
En el 2023, el sistema financiero peruano, supervisado por entidades como la SBS y la SMV, ha alcanzado un importante logro: una tasa de intermediación financiera del 44% en el 2023.
En este contexto, la inversión extranjera directa ha jugado un papel crucial. En el 2022, esta alcanzó el 6,2% del PBI, impelida en parte por la labor de los bancos, quienes facilitan la entrada de capital internacional.
Aunque el Perú tiene un bajo PBI per cápita y una alta dependencia de sectores cíclicos como la minería (10% del PBI), las inversiones de los bancos están ayudando a diversificar la economía, lo que facilita el desarrollo de sectores emergentes mientras reducen la vulnerabilidad económica.
En suma, los bancos en el Perú son catalizadores del progreso económico y social. La generación de ingresos y empleo, la canalización de recursos, la mejora de la inclusión financiera y la mitigación de riesgos contribuyen significativamente al desarrollo del país.