Este año fui partícipe de CADE Educación gracias a la invitación de Voz Universitaria. El tema de la edición 2024 fue “Bienestar para la educación”.
En el evento se tocaron puntos dentro de los que pude rescatar que el bienestar está en diversas situaciones cotidianas. Si bien es cierto ‘bienestar’ es una palabra multidimensional, cada individuo le da un significado personal. Este es imprescindible, duradero y no negociable.
Una de las charlas que llamó mi atención fue la del ministro de Educación, Morgan Quero, que hizo referencia al bienestar de la política pública educativa del país.
Por otro lado, la charla de Daniel Dreifuss, director de Comunicaciones del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, quien comentó sobre qué entendemos sobre bienestar, fue muy amena. De esta puedo rescatar que la felicidad y el bienestar tienen significados diferentes. Se puede evaluar que la felicidad es puntual, transitoria y subjetiva, y está vinculada con la satisfacción de nuestros deseos y placeres. Sin embargo, el bienestar es duradero, abarca la salud mental y física, y nos brinda equilibro en la vida.
Con esta información tomé conciencia de que las personas suelen simplificar la realidad y solo recordamos memorias que marcan momentos de nuestras vidas que nos hacen felices. Es decir, creamos categorías que terminan por encasillarse en sistemas binarios y nuestra realidad queda alejada, y nos enfocamos en ser felices y no en tener bienestar.