Hoy vivimos una nueva revolución gracias a la inteligencia artificial (IA).
El impacto positivo o negativo que ya tiene y que seguirá teniendo la IA va a depender, en cierta medida, del compromiso que tengan los usuarios, empresas y autoridades para adaptarse a ella, así como para educarse e informarse sobre sus posibilidades. Enfrentamos una realidad futura no muy lejana en la que muchos aspectos de la vida van a ser afectados por esta nueva tecnología.
Una de las formas de sacarle provecho a esta tecnología es en el tema de la inseguridad ciudadana. La IA puede ayudar a mitigar este problema que sufre el Perú y que afecta a millones de personas. Herramientas como aplicaciones móviles, análisis de datos y sistemas de monitoreo están transformando la lucha contra el crimen.
Algunos países ya invierten significativamente en IA y están implementando diversas aplicaciones que impactan positivamente en la vida de sus habitantes. En países como el Reino Unido se han desarrollado sistemas avanzados de análisis predictivo que utilizan IA para anticipar actividades delictivas y planificar patrullajes estratégicos. Por otro lado, en los Países Bajos, los sistemas de monitoreo en tiempo real y cámaras inteligentes equipadas con reconocimiento facial han permitido una respuesta más rápida a los incidentes y la identificación de sospechosos.
Si bien las soluciones tecnológicas con IA han llegado para impactar de manera positiva en la vida diaria, es necesario que estas sean utilizadas dentro de un marco ético, asegurando así que su desarrollo y su aplicación prioricen el bienestar social. Por ejemplo, organizaciones de defensa de los DD.HH. han denunciado el uso excesivo de la vigilancia con el fin de reprimir y controlar a la población.
Por ello, es fundamental que el uso de esta tecnología sea regulado y manejado de forma correcta. Asimismo, es importante promover políticas que contribuyan a reducir la brecha digital que existe entre zonas urbanas y rurales del país. Solo así podremos garantizar que la IA sea no solo una herramienta poderosa, sino también un compañero confiable en la construcción de un futuro más seguro para todos.