Y te diré qué necesitas. Algunos de los fichajes mostrados por los candidatos que lideran las encuestas, curiosamente, no dan cuenta de sus fortalezas, sino más bien de sus debilidades. En esta etapa de definiciones escoger a una mujer, a un presidente regional o a un militante de izquierda para acompañar al rey de la fiesta nos muestra ese piececito del que el candidato cojea. Veamos:
Acuña-Anel: el candidato de “la plata como cancha” está preocupado por el perfil de maltratador de mujeres que sus contrincantes le quieren dibujar. Y está preocupado porque, más allá del oportunismo político, las acusaciones que pesan sobre él son complicadas. Por eso Acuña se jala a Anel Townsend, porque necesita alejarse del cliché del “cholo pegalón”, porque una ex ministra de la Mujer en la plancha le lava la imagen y, de paso, le da una manito con los cuestionamientos de corrupción, lavado de activos y clientelismo que, justa o injustamente, también lo rondan.
PPK-el moqueguano: el gringo necesita un baño de provincias. El exitoso ex gobernador de Moquegua Martín Vizcarra, que hizo de su región un ejemplo de eficiencia, le aportará a la plancha de Kuczynski ese acercamiento al interior del país que Acuña tiene por su origen y Keiko por el gobierno fujimorista de su padre. Vizcarra lo puede ayudar, además, a cosechar votos en el sur, una plaza interesante y menos cautiva que el norte.
Nacionalistas-Urresti: los chicos de Palacio necesitan pasar la valla a como dé lugar y perjudicar las candidaturas de sus feroces opositores. Cuando los fines son tan pequeños, los grandes candidatos como Milton von Hesse no sirven. Es poco probable que Daniel Urresti se cuele en la segunda vuelta, pero muy posible que les haga daño a Keiko y a Alan.
Alan-elenco estable: no hay jales en el partido de la estrella. Alan no llega esta vez con ganas de reivindicarse ni de pedir perdón, lo que fue su carta de presentación en sus dos últimas postulaciones. Alan García se presenta con cara de “ya lo hice bien y lo puedo hacer mejor”. Por eso se pasea con sus ex ministros. Interesante, pero también arriesgada apuesta para un universo de votantes que parece estar un poco harto de lo mismo.
Keiko-Huaroc: el fichaje de Vladimiro Huaroc dejó clarísimo que Keiko sigue virando hacia la izquierda. Hasta ahora la estrategia delineada en Harvard (asumir clásicas banderas de la llamada “agenda caviar”) le está dando resultado. No sube, pero tampoco cae. Sin embargo, ya le toca develar más nombres y ahí es donde conservar la coherencia y la consistencia de su propuesta se le hará más difícil.
Toledo-cri cri cri: el candidato de Perú Posible no logra un solo jale. Para colmo se da el lujo de deshacerse de quienes, a pesar de todo, han llegado con él hasta este punto haciendo oídos sordos del Caso Ecoteva. La puñalada a Daniel Mora, retirándolo de la Comisión de Educación del Congreso, para colocar al cuestionadísimo Víctor Crisólogo (vinculado a los escándalos de corrupción de Áncash), deja en claro que Toledo ya quemó todas sus naves. Que no tiene opción. Que el Perú le importa tan poco que es capaz de poner al frente de la comisión que vela por la buena educación de nuestros hijos a un congresista que no tiene nada que ofrecer.