Deseos de Navidad, por Patricia del Río

Deseo que la mentira no convenza, que el cinismo no coseche votos y que el caradurismo no entre en campaña.

Deseo que el pasado enseñe, que el presente abrace, que el futuro nos traiga esperanza.

Deseo mujeres fuertes sin miedo a defenderse, deseo hombres sensibles capaces de quebrarse.

Deseo que mi hijo crezca en un país mejor, donde los niños no mueran de frío, no agonicen calcinados, no se vayan a dormir con hambre.

Deseo el campo más verde, el aire más puro, los ríos más limpios.

Deseo el mar.

Deseo que la gente lea más, lea tranquila, lo lea todo. 

Deseo que se premie el esfuerzo, que se castigue la viveza, que siempre se aplauda el entusiasmo.

Deseo que ser honesto nos deje de costar tan caro, y que ser corrupto no valga nunca más la pena.

Deseo cerros de risas con mis primas y mares de esa felicidad que no cuesta nada.

Deseo que solo nos lleguen penas que enseñen y que después aparezcan huaicos de lágrimas que nos ayuden a llevárselas. 

Deseo que el cuerpo se levante con nosotros cada mañana a acompañar el ímpetu imparable de nuestro espíritu.

Deseo largas horas de sueño, valioso tiempo de recreo, y mucho espacio para gozar del privilegio de hacer lo que nos da la gana.

Deseo bailar contigo.

Deseo que la ansiedad se mantenga lo más lejos posible.

Deseo que los niños corran libres, y que los delincuentes se queden encerrados en las cárceles.

Deseo más gente en bicicleta.

Deseo escuchar largamente el sonido seco del silencio.

Deseo que en las escuelas aprendan los niños, y que en los hospitales se atienda a los enfermos.

Deseo que los kilos se me acomoden con gracia, que las canas se escondan, que las arrugas sean amables.

Deseo que este amor se quede, que se casen todos los que quieren.

Deseo compartir más, reciclar más, consumir menos.

Deseo comprensión en la mirada ajena, tolerancia en la propia.

Deseo menos culpa, más perdón.

Deseo que no nos falte y que nunca nos sobre tanto como para olvidar el valor de las cosas.

Deseo que ningún niño se ahogue en la orilla, que ningún bote naufrague repleto de angustia.

Deseo días de sol, tardes de chimenea, noches de paz.

Deseo que los que no están continúen viviendo en nuestros recuerdos.

Deseo ver mundos distintos, descubrir caras nuevas, mantener esa curiosidad que le da sentido a la existencia.

Deseo más respuestas.

Deseo poder seguir haciendo preguntas.

Deseo más comunicación real que interacción virtual. 

Deseo que a todos ustedes se les cumplan sus deseos.

Deseo libertad para los presos políticos en Venezuela esta Navidad.