En la edición del 21 de junio de 2014 del diario limeño El Comercio, Martha Meier Miró Quesada publica un valiente artículo titulado “Corrupción perucha”, en el cual escribe: «La corrupción al estilo “perucho” es surrealista y más increíble que la ficción». Este derivado del nombre de nuestro país, de función adjetiva o sustantiva, puede tener diversos matices semánticos: familiarmente es afectivo, pero también puede ser despectivo.