Es un derivado de farra ‘juerga, jarana’, voz del español general, que según el DRAE 2014 viene probablemente del portugués farra y este quizá del árabe dialectal ferḥa ‘fiesta’. Farrista por fiestero se documenta en el Perú y algunos países del Cono Sur. Véase un ejemplo de la última novela de Vargas Llosa, Cinco esquinas: “Me han hecho una fama de calavera y de farrista en Lima, a mí, que he sido siempre tan formal” (Lima 2016, p. 187).