Esta frase peruana y chilena literalmente significa ‘hacerle el quite a una inyección en la nalga’ (poto es un probable quechuismo), y por extensión, ‘evadir una responsabilidad o castigo’. En un artículo del diario limeño La República del 14/1/2011, Diego García Sayán comenta así cómo se expresa el calculado lenguaje de los candidatos en la última campaña presidencial: “Como se diría en castellano culto, sacándole el poto a la jeringa para no pisar callos ni complicarse la vida”.
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