Según el oficial Diccionario de peruanismos (2016) esta locución nominal designa, en un bautismo, “la persona que arroja dinero o dulces al aire al finalizar la ceremonia, para que los recojan los niños”. También se usa como expresión festiva infantil, para solicitar regalos a un padrino. Véase un uso figurado de Beto Ortiz: “No votaré por ningún dadivoso padrino cebo que se granjee la aceptación de la gente regalándole artefactos eléctricos, víveres, cajas de chela o –tanto peor– dinero en efectivo” (Perú 21, 3/4/2016). Se desaconseja la escritura padrino sebo.
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