Parece que la luna de miel de Nicolás Maduro y el pueblo venezolano ha quedado atrás: el presidente ha alcanzado su punto más alto de desaprobación, y ahora más del 67% de los venezolanos cree que no está haciendo un buen trabajo. Pero que no desespere; todavía hay esperanza. Es hora de que recurra a sus viejos trucos, que tanto le funcionaban al principio. Desde aquí, una que otra sugerencia para Nicolás.
Primera, no desdeñes a los capitalistas, que esos mueven bastantes votos. Vuelve a tender puentes con ellos, como cuando resaltaste las coincidencias que los unen al decir: “Los capitalistas especulan y roban como nosotros”. Segunda, trae de vuelta al pajarito. “De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas [...]. Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él [léase: Hugo Chávez]”. Extrañamos aquellas épocas en las que, contento, evocabas a tu heraldo alado que venía a veces a compartirte mensajes del más allá bolivariano. Y, finalmente, que vuelvan aquellas épocas en las que te encomendabas al Señor y a sus parábolas: “Cristo multiplicó los penes [quisiste decir ‘peces’; no te preocupes, esos lapsus le pasan a cualquiera...] y los panes”, dijiste (casi) certero.
Con estos tips estate tranquilo, Maduro, que hay de ti para rato...