Hoy se conmemora un aniversario más de la toma de Roma por las fuerzas de Garibaldi el 20 de setiembre de 1870, dando así inicio a la unificación de Italia. La gran obra de Garibaldi, quien vivió una temporada en nuestro país, no puede haber muerto en su patria y es inadmisible que algunos digan que ya no existe. El espíritu del excelso patriota liberal, en grado superlativo, ha de velar por ella y algún día, quizás no muy remoto, el sentimiento popular ha de reivindicar los derechos sociales de la gran nación italiana, cuyos destinos recorren hoy otra senda. H.L.M.
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