La fecha de hoy no es solo de Francia sino también de la humanidad. Con la Revolución Francesa se abrió la era en que vivimos, susceptible de perfeccionarse, pero sustantivamente eterna y gloriosa. El Perú, que ama a Francia porque es el manantial de todas las luces, no puede, en este día memorable, sino sentir la fecha como propia. No solamente es grande Francia en la prosperidad sino también en las horas crueles y sangrientas de los desastres y las guerras. Francia es la madre de las democracias y la fragua del derecho internacional.
H.L.M.