Hace 100 años

El consumo de madera en la costa de nuestro país es enorme, especialmente en Lima. Varios vapores se dedican exclusivamente al transporte de madera procedente de Centroamérica, Canadá y Estados Unidos que se vende a precios muy elevados y muchas veces de calidad inferior a la que tenemos en nuestra selva. Podemos afirmar, con absoluta seguridad, que si uno o dos o más vapores llegaran a Iquitos por lo menos una vez al año, podrían retornar al Callao colmados de carga de madera variada y fina clase. El ideal sería contar con vapores permanentes entre Iquitos y la costa. H.L.M.



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