La crisis financiera por la que atraviesa nuestro país obliga que a los empleados de las tiendas de comercio, gente de clase media, se les rebaje el sueldo. Tenemos informes que hay firmas que han rebajado los sueldos entre un 40 y 50 %. Las transacciones están casi paralizadas y es preferible rebajar los sueldos que despedir a parte de los empleados que, en las circunstancias actuales, no tendrían cómo buscarse la vida. Pero el mismo desamparo en que el empleado se ve colocado, obliga a los dueños de los negocios, moralmente, a ser considerados y justos.