A medida que se precipitan los acontecimientos en el teatro de operaciones en Francia, se refuerza el convencimiento que el objetivo de los ejércitos germanos era tomar París, desarrollando previamente un veloz avance. Pero los ejércitos aliados han sostenido con tenacidad sus posiciones, haciendo que los alemanes muevan sus tropas para tomar otra táctica o reforzar su frontera del este. El káiser dispone de una magnifica red de ferrocarriles para movilizar sus ejércitos y armamento con gran celeridad. En Francia existe una convicción absoluta que no se repetirá la tragedia de la guerra de 1870. París resistirá.