1914

Su nombre fue José Melchor Sarto. Su alma, llena de sentimientos, amó la paz y la belleza soberbia de sus campiñas nativas. Entre las fastuosidades de la regia pompa de las ceremonias en la Corte Pontificia, enfermó de nostalgia y así vivió durante diez años. Él no deseó ser Papa. Todos esperaban que lo fuera el cardenal Rampolla, a quien vetó la corte de Austria. La elección de Pío X fue una forma de conciliar el interés de las potencias. Su designación fue acogida con alivio por el catolicismo. Nació en Riese en 1835.