Editorial 1: Llueve sobre morado

En una semana, el Partido Morado (PM) ha conocido más sinsabores que en toda su historia previa. A la divulgación del episodio de violencia familiar protagonizado en marzo del 2019 por Daniel Mora (fundador y candidato de la organización para las elecciones del domingo), le siguieron tres días después las noticias sobre el incendio en un departamento de alquiler en Miraflores del que, en mayo del 2018, Julio Guzmán huyó dejando una estela de interrogantes, así como la deslucida entrevista que concedió al respecto en “Cuarto poder”. Y ayer, por último, se hizo público que Marco Antonio Zevallos, el personero legal de la agrupación para el proceso electoral en marcha, es investigado por el Ministerio Público por el presunto delito de asociación ilícita por la presentación de informes con datos presuntamente falsos al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Zevallos, regidor durante la gestión de Susana Villarán como alcaldesa de Lima, fue representante legal de los activistas que se oponían a la revocación de esta en el 2013. Y fue en el cumplimiento de esa función que presentó los informes en los que, según el equipo especial del Caso Lava Jato, se habría ocultado dinero proveniente de Odebrecht y OAS.

Por este caso, pesa sobre Zevallos desde el 2 de julio pasado una medida de comparecencia con restricciones, de manera que la asignación de la responsabilidad que hoy cumple en el PM tiene que haberse producido a sabiendas de que podía traer los problemas de imagen que ahora se han hecho obvios.

Distintos voceros de la organización que lidera Guzmán han argumentado en los últimos días que esta seguidilla de destapes es parte de una campaña para mellar el respaldo que, según algunas encuestas, iban a cosechar el domingo en las ánforas. Pero ello, aun cuando pueda ser cierto, no altera la naturaleza negativa o delictiva de los viejos hechos que ahora se conocen. Puede ser que esté lloviendo sobre morado, pero la circunstancia de que esa lluvia esté cogiendo a los miembros del referido conglomerado político sin paraguas es solo de ellos mismos.