Después de que corrieran rumores al respecto durante las últimas semanas, ayer finalmente la presidenta Dina Boluarte realizó cambios en el Gabinete. En su mayoría, los cuatro nuevos ministros son una incógnita que se irá despejando con el paso de los días, pero mientras tanto cabe hacer algunas reflexiones.
La primera tiene que ver con las salidas. Los ceses de Hania Pérez de Cuéllar y Javier González-Olaechea llaman poderosamente la atención al haber sido dos ministros muy cercanos a la mandataria. De hecho, el ahora excanciller tuvo un rol protagónico en la reciente visita de Boluarte a China, nuestro principal socio comercial, y también destacó por la firmeza de su discurso contra la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela. Además, resulta inexplicable su salida en la víspera de que se celebre el InPerú en Nueva York –que busca promover la imagen del país en el extranjero– y a solo dos meses de que seamos anfitriones del APEC.
La segunda reflexión tiene que ver con los ingresos. El flamante canciller, Elmer Schialer, declaró ayer a la prensa que se encuentra “a favor de que los problemas de Venezuela sean resueltos por los venezolanos”. Una aseveración que sugiere un cambio de timón en la postura firme que el Perú ha tomado contra el fraude orquestado por Maduro el 28 de julio que, de confirmarse, resultaría vergonzoso. En el caso del nuevo titular de Cultura, Fabricio Valencia, ha sido abogado de la orden franciscana que desde hace dos años viene frenando las obras de recuperación de la plazuela de San Francisco en el Centro Histórico de Lima. Lo insólito es que el ministerio que él ahora dirige ha defendido la continuación del proyecto; es decir, la postura contraria a la de sus exclientes.
Finalmente, la mandataria perdió la oportunidad de cambiar a algunos ministros cuestionados. Entre ellos, el del Interior, Juan José Santiváñez, que no solo está implicado en un escándalo con audios por el que el Ministerio Público ya lo investiga, sino que no logra ofrecer ninguna estrategia clara para enfrentar el desborde de extorsiones en Lima. También está el caso de César Vásquez en Salud, y Ángel Manero en Desarrollo Agrario y Riego, con sus desatinadas declaraciones sobre el hambre en el Perú.
Ojalá que la presidenta, que lleva casi dos meses sin declarar a los medios, haga el esfuerzo de explicar el porqué de estos cambios… y el de algunas permanencias.