En este proceso electoral la tendencia a la desaparición de los partidos en el interior del país se ha acentuado en el nivel provincial y distrital, pero a nivel regional podríamos estar viendo un punto de inflexión que podría convertirse en el inicio de la reconstrucción del sistema partidos.
Los resultados preliminares indican que el porcentaje de alcaldías provinciales ganadas por candidatos de partidos políticos ha descendido a un 23%, habiendo sido 31% el 2010, 48% el 2006 y 56% el 2002. La tendencia apunta claramente a una ausencia cada vez mayor de los partidos, en beneficio de una multiplicidad de movimientos locales: la feudalización (o balcanización) del país.
Pero a nivel regional la cosa podría ser algo distinta. En seis de las segundas vueltas participan candidatos de partidos, que, si ganan, se sumarían a los dos hermanos Acuña que han ganado en primera vuelta. En ese caso habría esta vez más presidentes regionales de partidos (8) que en el 2010 (5). Más allá del resultado, lo novedoso es que en esta ocasión los partidos presentaron más listas a las elecciones regionales que en la elección anterior (157 vs. 139), lo que significa que buscaron recuperar presencia en las regiones. No así en las provincias y distritos, donde presentaron menos listas. Allí la tendencia sigue siendo decreciente.
Otro dato significativo es que también que por primera vez el número de movimientos regionales no siguió aumentando, como venía haciéndolo exponencialmente: fueron 49 el 2002, 70 el 2006 y 148 el 2010. El 2014 fueron 149: la cifra se estabilizó. Pero estos movimientos han presentado más listas en las elecciones provinciales y distritales, lo que significa que se están ampliando, son más grandes, aunque todavía no salen del ámbito departamental.
En suma, mientras los partidos intentan recuperar presencia regional, los movimientos se afianzan a nivel local con tendencia a incrementar su tamaño.
Los partidos que aumentaron claramente su apuesta regional fueron Alianza para el Progreso (APP), Fuerza Popular (FP) y Acción Popular (AP). El Apra, en cambio, bajó de 22 candidatos el 2010 a 8! El ganador ha sido, hasta ahora, APP, que ya tiene dos presidencias regionales y está peleando una más. FP, por su lado, está presente en cuatro segundas vueltas. Los partidos han puesto solo 45 alcaldes provinciales, pero entre ellos APP ha resultado largamente triunfadora pues habría conseguido17 alcaldes. FP ganó la alcaldía de Cajamarca, que tiene más canon que la región.
Advertimos entonces un movimiento vigoroso hacia la construcción partidaria en APP y FP, sin elección presidencial de por medio. Esto es una novedad. APP es una organización clientelar más que programática, pero puede evolucionar, según su secretario general, Luis Iberico. Notemos también la tendencia a la reducción del número de partidos de 30 a 16 en ocho años.
Pero estos atisbos de inflexión no se consolidarán si no establecemos el financiamiento público de los partidos, el canje del voto preferencial por el distrito uninominal, vallas más altas para las alianzas y que los movimientos deban presentar candidatos en cuando menos tres departamentos.