Alonso Cueto

La noticia debería de marcar un hito. El sábado 16 de octubre fue uno de los pocos días sin ningún reporte de fallecimiento por desde el inicio de la pandemia en el Perú, hace dos años y medio. Muchos recuerdan las restricciones del 2020: las calles vacías, las colas en los bancos, mercados y farmacias, los toques de queda y las prohibiciones. Hoy nadie ha celebrado, en cambio, que por fin todo ha terminado.

Es difícil celebrar porque, después de la pandemia, los que la hicieron tan dura subsisten. El caso del exministro de Salud es una de las demostraciones de la relación íntima entre la corrupción y la precariedad de nuestro sistema. La incompetencia y el pillaje que abundan en el Gobierno suponen que seguiremos inermes frente a la aparición de cualquier otro mal.

En el mundo tampoco se ha celebrado nada. En los países europeos, la continuación de la guerra tiene nuevos episodios (hay que ver el ensayo de ataque nuclear masivo que hizo el presidente Vladimir Putin hace tres días). Por su lado, en su discurso de apertura del XX Congreso del Partido Comunista, el presidente chino Xi Jinping ha advertido que no va a renunciar al uso de la violencia en su anhelo de reunificar Taiwán. Corea del Norte ha realizado un número récord de ensayos armamentistas y se afirma que prepara su séptima prueba nuclear. Ante las advertencias, el Gobierno Norcoreano ha afirmado que se está defendiendo de las amenazas de ataque por parte de Estados Unidos y Corea del Sur.

A todos estos problemas, se suma el de la inflación, que ha atacado los bolsillos de los países europeos y americanos. Las cuentas de luz serán cada vez más altas y la agitación social en las calles ya ha dado sus muestras en Francia. El cambio climático ha hecho estragos en los veranos europeos. Esta semana se ha mantenido una temperatura de 32°C en España, con las consecuencias de sequía y menor producción agrícola.

En Estados Unidos se acercan las elecciones parlamentarias del 8 de noviembre y todo indica que los demócratas perderán en ambas cámaras. Hoy en día surgen nuevos candidatos republicanos, como Ron de Santis de Florida, que amenazan la hegemonía de Donald Trump. Lo mejor que puede esperar el Partido Demócrata es que se produzca un enfrentamiento al interior de los republicanos, para aprovechar sus divisiones. El problema es que los demócratas tampoco están unidos.

El nuevo primer ministro de Inglaterra inauguró su gestión con un estupendo discurso. Sin embargo, los problemas que se le vienen son tan graves que muchos analistas los consideran insuperables. Y nos preguntamos qué pasará en Brasil en las elecciones de este domingo.

Inflación, corrupción, violencia y agitación. Falta de líderes en todas partes. En el Perú, confiamos en que avance la moción de vacancia, pero no sabemos si quienes vendrán luego serán mucho mejores.

Por otro lado, este año se han cumplido dos siglos de la fundación de la Biblioteca Nacional. Como afirmaba la estupenda conductora Norma Martínez en el programa “Sucedió en el Perú”, la idea de su creador, José de San Martín, era que todos los peruanos tuvieran acceso a la educación. Mientras veía el programa, uno de los mejores de la televisión y mérito de IRTP, la señal se cortó y apareció un letrero amenazante: “Actividad oficial”. Entonces, apareció la cara del presidente en un evento. La televisora cortaba el programa para transmitir alguna inauguración. Doscientos años de la Biblioteca Nacional, con Ricardo Palma incluido, se fueron de un plumazo. Hemos vuelto a la normalidad.

Alonso Cueto es escritor

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