El mejor delantero brasileño no es Neymar. ¡Es Odebrecht! Ese sí te mete hartos goles por la huacha sin asco y con muchos coleguitas en las tribunas que le aplauden a rabiar. Ahora le ha dado por patear con la zurda, con Lula de volante. ¡Solo su connacional OAS se le acerca en efectividad jugando en Lima! Aquí ambos en Perú han ganado varios clásicos: gasoducto sur, línea amarilla, tren eléctrico, Interoceánica Sur, etc… Luis Favre es uno de sus mejores hinchas, junto a Susana y Ollanta. ¡No por nada las copas Cristo del Pacífico y Arenas de La Herradura adornan sus anaqueles!
No me sorprende que Marcial Rubio haya ganado en la ex PUCP a juzgar cómo típicamente vota un peruano. ¿Acaso no eligieron a Toledo a pesar de conocer sus vicios y mentiras? ¿A Alan tras ese primer gobierno? ¿A Humala con sus limitaciones, su demagogia mentirosa (esa del balón de gas a 12 soles) y sus cercanías a Brasil y Venezuela? ¿A Villarán a pesar de sus ultras antimineros y su pobre currículo? ¿Y no ratificaron a Villarán en la revocación a pesar de su desastrosa gestión? Como Burga y sus votantes en la FPF, Marcial se quedará allí entronizado con su grupito caviar por siglos. Es muy peruano todo eso. Por eso nuestro país es lo que es.
La ex embajadora Mocha García ‘Naranjo Mecánica’ es nuestra nueva representante en Aladi, así que la muy consecuente socialista sigue de burócrata dorada en Montevideo. ¿Para eso pagamos impuestos?
Recibí con una cínica carcajada la noticia de que la calificadora de riesgo Moody’s había pasado a Perú a A-3 en su ránking. ¡Pamplinas! Hace muchos años me hubiera alegrado, pero después de la vergonzosa actuación de esta calificadora y de su par Standard & Poor’s en el origen de la megacrisis financiera mundial del 2008 – que aún tanto afecta al planeta tras la implosión de Lehman Brothers –, cuando dieron calificación AAA a esos paquetes de hipotecas colatelarizadas, esas estafas llamadas CDOs. Muchas corbatitas michis, tirantes, gomina, tecnicismos y poses, pero también mucha putrefacción.
El capitalismo es una máquina maravillosa. Gracias a este es que la humanidad ha evolucionado en tres siglos lo que no hizo en miles de años, que la mayor parte del planeta ya come, se educa, se cura y tiene beneficios materiales como nunca en la historia: un ama clasemediera actual tiene a su alcance instantáneas comodidades domésticas que el mismo Luis XIV envidiaría. Con el capitalismo se impuso la libertad y el racionalismo al volver autónomo a cada individuo por sus méritos. El capitalismo licuó a la eterna esclavitud al volverse esta un arcaísmo antieconómico. Hasta Marx lo elogió en su “Manifiesto comunista”: “La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto”.
Pero el capitalismo para no degenerar necesita controles y estas calificadoras avalaron excesos, así que no los pongamos en pedestales y no nos creamos mucho, como el entusiasta Álvarez Rodrich, las medallitas de lata que nos dan.