Martín  Tanaka

Después del fallecimiento de vemos que su legado político perdurará de muchas maneras en el país, en valores como el pragmatismo y el eficientismo de corto plazo por encima de las normas, reglas, procedimientos y principios democráticos. Pero es pertinente preguntarnos por el posible destino del como movimiento político.

Partamos por constatar que, en el momento actual, la heredera del fujimorismo es notablemente y . Hoy su futuro se vislumbra incierto. Claramente no aparece ya como una fuerza en proceso de acumulación. El fujimorismo en este siglo pasó, en el campo de la derecha, de aparecer relativamente por detrás de , a ser la expresión de la derecha en el 2011 (frente a ) y de una suerte de derecha “popular” en el 2016, frente al tecnócrata . Pero no se trata de una fuerza en ascenso. La votación que ha sido capaz de recoger Keiko Fujimori como candidata presidencial pasó del 23,56% de la primera vuelta del 2011 al 39,86% en el 2016, para bajar al 13,4% en el 2021. En cuanto al desempeño parlamentario de Fuerza Popular, pasó del 22,97% de los votos , colocando 37 representantes en el 2011, al 36,34% con el logro de la mayoría absoluta de 73 parlamentarios en el 2016; para caer al 7,31% de la elección parlamentaria extraordinaria del 2020, colocando 15 representantes, y terminando con el 11,34% del 2021, colocando 24. En la última elección, ya Keiko enfrentó en el campo de la derecha la disputa de candidatos como y . Y, de cara a las elecciones del 2026, dentro de ese sector hay quienes consideran que Keiko, aun en el escenario de entrar nuevamente a segunda vuelta, no podría ganar, como en las tres elecciones anteriores, por lo que debería “dar un paso al costado”. Según la encuesta del poder del 2024 de la revista “Semana Económica”, Keiko Fujimori “suma su sexto año en la cima de la lista de peruanos que deberían retirarse de la política”, con un 65% de menciones, por encima de , Alberto Fujimori, y

Sin embargo, no se puede negar que Keiko Fujimori y Fuerza Popular mantienen un núcleo político duro que hace que, según la encuesta de mayo del el fujimorismo aparezca encabezando las preferencias electorales, aunque con apenas el 4,6% de las menciones. Este pequeño núcleo duro aparece como una ventaja frente a un panorama de enorme dispersión.

¿Qué pasará hacia adelante? En realidad, no es posible predecirlo, porque dependerá de las decisiones que tome Keiko de cara al futuro. En los últimos años, Fuerza Popular parece haber perdido el norte, después de un crecimiento vertiginoso y problemas de cohesión expresados en el 2016, del enfrentamiento con el gobierno de Kuczynski, la prisión preventiva de Keiko, los juicios que enfrenta, la derrota expresada en la disolución del Congreso del 2019, las elecciones del 2020, el resurgimiento como gran candidata de la derecha en la segunda vuelta del 2021, pero también el costo que implica ser la bancada más grande del Congreso más desprestigiado de los últimos tiempos. ¿Intentará Keiko reivindicar la imagen de su padre o, como pareció en algún momento, refundará el movimiento y lo conducirá por otros caminos? Entre tanto, la competencia en el campo de la derecha es crecientemente intensa.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Martín Tanaka es Profesor principal en la PUCP e investigador en el IEP

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