Dime quién es tu ‘wayki’ y te diré quién eres. La señora presidenta Dina Boluarte ha dicho que Wilfredo Oscorima es su ‘wayki’, su hermano...
La mandataria ha tratado de explicar cómo así portaba joyas de varias decenas de miles de dólares durante dos años. Se las prestó su amigo, su “pata”, su “hermano”.
Dina Boluarte sostiene que usó joyas y relojes de lujo como parte de un “préstamo”. ¿Cómo justificar un “préstamo” de decenas de miles de dólares?
La teoría del préstamo pretende sacar a la jefa del Estado de la acusación sobre enriquecimiento ilícito. No la saca, sin embargo y por lo pronto, de una grave falta de honestidad.
Un presidente no puede recibir regalos de nadie. No puede recibir regalos, por ejemplo, de una empresa como Odebrecht, como tampoco de un gobernador regional como Oscorima.
¿Tiene seguridad Dina Boluarte sobre la legitimidad del dinero con que se compraron esas joyas? ¿Acaso debe dar por supuestas buenas, buenísimas, intenciones detrás de unos regalos tan seductores, lujosos y de cientos de miles de soles?
Boluarte quiso salvar su responsabilidad con el cuento de sus buenas intenciones. “El ánimo de querer representar bien a mi país me llevaron a aceptarlos [los relojes]”.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, no lo hace a ese costo. Es evidente que se trata de una mentira y una inconducta.
Wilfredo Oscorima no es un desconocido. Al momento de postular en enero del 2023 tenía 197 investigaciones fiscales abiertas. ¡Buena, mi hermano!
En el 2015 el ‘wayki’ de Boluarte fue condenado a cinco años de cárcel por negociación incompatible y aprovechamiento del cargo. Mientras lo buscaban, intentó favorecer a quien debía sucederlo en el puesto. Ofreció una coima, según una denuncia con audio de por medio.
Oscorima ha incumplido reglas de conducta dictadas por el juzgado. La presidenta de su agrupación política hizo un contrato con el gobierno regional por S/22 millones.
Oscorima, también, habría recibido parte de un soborno de casi S/900 mil por parte de la constructora Obrainsa. Un colaborador eficaz cuenta que le entregó dinero por una licitación para el mejoramiento de una carretera.
Este es el ‘wayki’ de Dina Boluarte. La presidenta no adquirió, pero hizo usufructo de joyas de un acusado por corrupción. Con los bienes de lujo ostentó, de paso, una incapacidad moral para distinguir entre el bien y el mal.
Dios los cría, ellos se juntan.