Esto de la Copa FIFA ha llamado mucho la atención y, como se habrá podido apreciar, está entre las noticias del año.
La primera vez que vimos la Copa FIFA fue en un camarín uruguayo, cuando los “celestes” la llenaron de champán y todos bebían de la misma una tarde de julio de 1950.
La copa Jules Rimet apareció ante nuestra vista después, en 1954, en Suiza, pero de forma rara. Cuando ganaba Hungría la final en Berna 2 a 0 a Alemania con goles de Puskas y Kocsis, creíamos que se la llevaba el mejor equipo que diera la historia del fútbol. Pero reaccionó la Alemania de Fritz Walter y anotaron tres goles para ganar el título. La copa fue entregada por el propio monsieur Jules Rimet, ya encorvado, con mucha edad y totalmente canoso, a Fritz Walter, capitán de los alemanes. Y, como llovía, pusieron un paraguas para evitar que le cayera lluvia.
Esa copa se ha perdido, la han robado. Estaba en la CBD, en la avenida Río Branco, en Río de Janeiro, y algunos aseguran que ha sido fundida. Tenía como 34 kilos de oro.
Cómo olvidar el 66. Wembley, Inglaterra, y los británicos en notable partido derrotaron a Alemania, en aquel ‘match’ donde nunca se supo si ingresó o no al arco alemán el esférico que, disparado por los británicos, les dio a estos el gol definitivo casi para la conquista del título. Y Bobby Moore, el rubio zaguero, copa Jules Rimet en mano y besándola, dio la vuelta olímpica a Wembley mostrándola al mundo.
Distinta la ceremonia a la Copa FIFA ganada por los italianos en el último Mundial de España y donde se pasaban la copa de una mano a la otra los campeones del mundo.
Llegó México 70. Expectativa notable. Tres países habían ganado dos veces la copa Jules Rimet. Uruguay, Italia y Brasil. En Brasil estaba Pelé y campeonó, derrotando en la final a Italia en el Azteca. Primer gol de Pelé, de cabeza, empató Italia, desequilibró Gerson y, tras un gol de Jairzinho, llegó el último por parte de Carlos Alberto en el minuto final y ante notable pase del desprecio de Pelé.
Total, Brasil otra vez campeón del mundo y con Zagalo de entrenador que se lleva la copa a Río, en definitiva. En 1958, 1962 y 1970, fueron los años en los que campeonó Brasil y otra vez un zaguero, alto, fornido como Mauro en Chile y Bellini en Suecia, esta vez Carlos Alberto mostró la Jules Rimet al mundo apenas se la entregó Stanley Rous.
Pero esa copa de oro macizo ha desaparecido. Esa copa dicen que está fundida y es una pena que ladrones, bandoleros, si usted quiere llamarlos, o enemigos de la sociedad, sacarán el tesoro de Brasil, esta Jules Rimet conseguida con un fútbol de oro en tres campeonatos del mundo.
Ojalá 1984 sea un año en que se recupere la Jules Rimet, claro, siempre y cuando no haya sido fundida.
–Glosado y editado–
Texto originalmente publicado el 1 de enero de 1984.