Hace unos años, el sector académico y el profesional, representados por las universidades y los colegios profesionales, llegaron a tener una opinión gravitante en ciertas decisiones nacionales. Una opinión de la Universidad Nacional de Ingeniería o del Colegio de Arquitectos sobre el problema de la vivienda, por ejemplo, era recogida por los medios y podría inclinar la balanza en la toma de decisiones sobre el tema.
Esto se perdió. Hoy, en el mundo globalizado, la academia está volviendo a recuperar posiciones y la opinión de ciertas universidades u organismos internacionales y especialistas pesa más que los políticos de turno. Empiezan a representar a la sociedad civil.
En esa línea, el Colegio de Arquitectos ha organizado el Foro Urbano Internacional Lima Proyecto Ciudad, desde ayer y hasta hoy, con la finalidad de contribuir a la agenda electoral y construir una propuesta temática para la capital desde la sociedad civil.
Se sumaron a la convocatoria instituciones públicas y privadas y se llamó a profesionales y especialistas peruanos, españoles y colombianos que proceden de experiencias urbanas exitosas, para construir opinión frente a los problemas más graves de Lima. Se invitó también a candidatos a la Alcaldía de Lima a exponer sus propuestas ante un panel.
Lo que ha venido quedando en claro es que, a pesar de que cada ciudad es un universo diferente de personas, recursos y territorios, existen conceptos que pueden ser similares. Varía su aplicación. Reducir las desigualdades, enfrentar el cambio climático, integrar y democratizar la ciudad con un sistema de transporte masivo y espacios públicos, planificación participativa, sembrar valores y ciudadanía, son principios que no pueden ser ajenos al nuevo gobierno de la ciudad.
Gustavo López, extraordinario conferencista colombiano, recomendaba que el desarrollo de Lima debe pensarse como parte del desarrollo del país y de manera integral.
La ciudad no es la suma de problemas aislados resueltos sectorialmente. Y que debe haber primero un modelo de sociedad que permita reinventar la ciudad. Una ciudad para la vida, incluyente, sostenible. Son claves las alianzas público-privadas y un sector privado con responsabilidad social.
Para la Asociación de Empresas Inmobiliarias (ASEI) la ciudad necesita grandes proyectos urbanos, especialmente de vivienda. Dejar atrás la pequeña solución de barrio. Se requiere, además, una nueva actitud del Estado que integre de otra manera al poblador de menor ingreso a la solución de sus problemas, pero con un total respeto de su visión de la vida.
Finalmente, el mundo va camino a un gran tejido urbano. En el futuro las relaciones serán entre ciudades más que entre países. Hoy la agenda planetaria está marcada por dos grandes hitos: la cultura (la crisis de oriente es una dramática muestra) y el cambio climático. Y la solución tiene que ver con el modo de vivir que se construya en las ciudades. ¿Pasará algo de esto por la cabeza de nuestros candidatos?